Reseña Clase 2: “El goce fálico”.- Inés Contreras, Laura Alcorta y Sabrina Romera.

Reseña Clase 2: “El goce fálico”.- Inés Contreras*, Laura Alcorta y Sabrina Romera.

Reseña:

La clase ronda en torno al primer y segundo paradigma del goce de Miller. Se trata con ellos de abordar la pregunta sobre el sufrimiento psíquico, movimiento que hace Lacan sobre la obra de Freud y que Miller hace sobre  la enseñanza de Lacan.

El primer paradigma concierne a la imaginarización del goce, lo podemos rastrear desde el primer seminario de Lacan hasta el cuarto. Se trata de un goce imaginario que hace de obstáculo, de barrera a la elaboración simbólica, unido al yo en el eje a-‘a. En este punto la cuestión gira en torno a que el sujeto pueda poner en palabras su sufrimiento, una liberación de sentido, de un sentido que se encuentra reprimido, retomando la vía económica de Freud, hay una satisfacción simbólica.

En lo que respecta al complejo de castración inconsciente, podemos decir que tiene la función de nudo, es lo analizable en las estructuras psíquicas. Se advierte allí el punto de una aporía, lo que Freud capta como lo irreductible, en el hecho de que en lo que respecta a la sexualidad no alcanza con la reducción a datos biológicos, por eso la teorización a partir del mito de Edipo. ¿Por qué debe asumir sus atributos a partir de una amenaza? Pues bien, la relación del sujeto con el falo es independiente de lo biológico.

Lacan se sirve de las matemáticas, de conceptos tales como función y ratio. De este último dirá que es un indicador que podemos captar en la experiencia analítica, se trata de la posición inconsciente en cada sujeto. Arribamos así a lo que Lacan despliega en torno a “la pasión por el significante”. Al respecto, la docente abordó el estatuto singular del significante en la obra de Lacan, del que remarcó su condición de vacío, es decir que solo no significa nada, se define por su posición o combinación. En efecto, allí lo que se juega es la condensación y el desplazamiento, la metáfora y la metonimia.

Para Lacan un significante es lo que representa a un sujeto para otro significante. Nos muestra con ello la estructura de la cadena significante, puesto que, dirá Lacan respecto de la significación, no hay relación fija entre significante y significado, sino un proceso, un movimiento. En ella el sentido insiste, pero ninguno de los elementos consiste.

A partir de este recorrido la docente destacó el carácter privilegiado del significante fálico, trazando, a su vez, la distinción entre el significante fálico, como aquello que no se puede nombrar, y la significación fálica, en tanto imaginarización, es decir deslizamiento del deseo. Entramos así en la dimensión de la falta y del deseo.

El falo imaginario, entonces, se localiza en la dimensión de la representación, es decir, de lo que se puede imaginar, fantasear. En esta imaginarización, el significante sufre una degradación, ya que si se lo nombra hay significación fálica (modo de representación de algo deseable). Por su parte, al significante fálico no lo podemos nombrar, se desliza debajo de la cadena significante. En este punto está en relación al deseo. Miller se referirá a la satisfacción pura de la metonimia.

De esta manera, la docente puntuó dos movimientos. Por un lado, el pasaje del significante fálico al falo imaginario, por vía de la degradación significante, esto es, su representación. Por otro lado, hay otro movimiento, el pasaje del falo imaginario al falo simbólico. Lo que Freud situó como la aufhebung. La anulación de la imagen y su elevación significante.     

En esta pasión por el significante se ciñe una nueva dimensión de la condición humana, en la que no sólo es el hombre el que habla, sino que por el hombre ello habla. En este momento el Otro es localizado como tesoro de los significantes. Es por ello que el significante es primario del encuentro con el Otro, en donde el sujeto despierta a un significante y produce significado. Este significante es un elemento material, sin significado, significante puro, lógico no cronológico. Se habla de un Spaltung, hay algo que le pertenece al Otro y lo que se interpreta del deseo del Otro; el qué me quiere.  Así el significante de su deseo el sujeto lo encuentra en aquel a quien dirige la demanda de amor. Aquí el deseo designa una falta, bajo la función de velo, es deseo de deseo.

 

* AP integrante del CID-Santiago del Estero, Miembro de la EOL y la AMP.

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 1: “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce».- Marita Salgado

Reseña Clase 1: “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce”.- Marita Salgado

La primera clase del Seminario Clínico Anual estuvo a cargo de nuestra Directora Marita Salgado* cuyo título fue “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce”. Se realizo bajo la modalidad mixta presencial-virtual en el SUM de la Escuela para la Innovación Educativa UNSE.

La docente realizó un profundo recorrido orientado por la siguiente frase de la conferencia 23 de S. Freud: “por el rodeo a través del inconsciente y de las antiguas fijaciones de la libido ha logrado por fin abrirse paso una satisfacción real aunque extraordinariamente restringida y apenas reconocible ya…”.

Abordó las diferencias en las enseñanzas de ambos autores teniendo en cuenta que Freud abonó su práctica desde la histeria y Lacan desde la psicosis.

Con conceptos tales como libido, sexualidad infantil, pulsión, satisfacción, síntoma, masoquismo nos trazó la ruta seguida por Freud desde sus inicios.

En cuanto a los conceptos de Lacan que iluminó en esta clase, vemos como enlazó el lenguaje con los tres registros RSI destacandolo Real con satisfacción, síntoma, objeto a para ir adentrándonos en el goce.

 

Área de Difusión

*AP de la EOL Y AMP DIRECTORA DEL CID SGO DEL ESTERO

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Seminario Clínico Anual 2022: «Los goces en Freud y Lacan».

Seminario Clínico Anual 2022: "Los goces en Freud y Lacan".

Argumento y Programa SCA. CID  Santiago del Estero 2022

 

Los goces en Freud y Lacan

 

Introducción

Nos proponemos realizar un recorrido por  distintos momentos en la teoría de Freud y la enseñanza de Lacan alrededor del concepto de goce, intentando captar cómo se fue construyendo, qué fue mutando y qué no, y su importancia en la experiencia analítica. Buscaremos también precisar tanto en lo epistémico cómo en lo clínico: qué es el goce fálico, el objeto a plus de goce, el Otro goce en lo femenino y en la psicosis, y cómo se articulan los mismos en el síntoma.

El punto de partida será la satisfacción inconsciente más allá del principio del placer presente en el síntoma captada ya por Freud a principios del siglo pasado, hasta el goce Uno ineliminable del cuerpo vivo con el que se tratará de inventar un “saber hacer”.

Arribando a la última enseñanza de Jacques Lacan nos dejaremos guiar por el faro que J-A. Miller nos da cuando sostiene que “tratándose del goce el punto de partida es el cuerpo y las relaciones del goce con el significante son relaciones de exclusión, es importante entonces prestar atención que éste adquiere su verdadero peso sólo al estar evacuado de ese campo del Otro, de la palabra o sea por estar evacuado de lo simbólico… [1]

 Aun considerando con M. Bassols  que “el goce es lo que más se resiste al saber, aquello sobre lo cual no queremos saber nada de nada, y que si algo constata en la experiencia analítica es que no hay un saber sobre el goce singular de cada sujeto que pueda formularse de manera consciente”[2], apostamos a que este seminario organizado por el CID Santiago del Estero contribuya a la formación de sus participantes en este punto nodal de la praxis psicoanalítica.

 

Proponemos trabajar estos temas en 7 clases durante el año 2022.

Los esperamos!!

 

Eje: El “problema económico” del “bienestar”

 

1° Clase

La constatación freudiana sobre la paradójica relación del sujeto con su sufrimiento en la experiencia cotidiana (fort-da, neurosis traumática de guerra, tratamientos reticentes, el masoquismo, etc.)

Metapsicología: tópica, dinámica y económica. Una economía otra del inconsciente. Del principio del placer y su regulación al más allá.

El malestar en la cultura como signo de la pulsión de muerte (muda, articulada a la pulsión de vida).

El amor al prójimo y las paradojas del goce en Lacan: Ley y deseo.

 

Bibliografía:

Freud, S. “Más allá del principio del placer” en Más allá del principio del placer. Psicología de las masas y análisis del yo”, Tomo XVIII (1920-1922), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 1-42

———— “El yo y el ello” (1923), en El Ello y el Yo y otras obras. Tomo XIX (1923-1925), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp.41-62

————“El problema económico del masoquismo” (1924) en El Ello y el Yo y otras obras. Tomo XIX (1923-1925), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 161-165

————“Pulsión y destino de pulsión” (1915) en Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre metapsicología y otras obras. Tomo XIV (1914-1916), Obras completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 105-134

             ————Conferencia sobre el síntoma. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

             ————Escisión del yo en el proceso de defensa. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

             ————Análisis terminable e interminable. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

Lacan, J. “El amor al prójimo” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII , Paidós, Buenos Aires, cap. XVI, pp. 223-236

———— “El goce de la transgresión” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII, Paidós, Buenos Aires, cap. XVII, pp. 237-253.

———— “La pulsión de muerte” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII, Paidós, Buenos Aires, cap. XVIII, pp.255-269.

 

Eje: Del goce a los goces: goce fálico, plus de gozar.

 

  • 2° clase: Goce fálico.

El falo, cuyo estatuto de imagen ya lo distingue del órgano, es desplazado para privilegiar su estatuto simbólico. “El conjunto de la enseñanza de Lacan de los seminarios 5 y 6 se continúa más allá también y culmina con la demostración general de que la libido misma se inscribe como significante. Lleva tan lejos la significantización del goce que lo muestra equivalente al significado de una cadena significante inconsciente cuyo vocabulario estaría constituido por la pulsión, cosa que (Lacan) lleva a cabo en su sexto seminario y ya está presente en el quinto….Sin dudas es un goce mortificado…tenemos aquí el recorrido del goce a la castración sobre el que se cumple la significantización”[3].

 

Bibliografía

Freud, S. “El chiste y su relación con el inconsciente” en El chiste y su relación con el inconsciente, Tomo VIII (1905), Obras Completas, Amorrortu, pp. 113-133

Lacan J. “Las máscaras del síntoma” en Las formaciones del inconsciente. Seminario V, Paidós, cap. XVIII, pp. 327-342

———-La significación del falo. Escritos2, pág. 665 Décimo cuarta edición 1987. Ed Siglo XXI.

 Miller, J.A. “Los paradigmas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIII. Paidós, 2003, pp. 221-240

————– “Las migajas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIV. Paidós, 2003, pp. 241-259

 

  • 3° clase: Plus de goce.

La repetición que se funda en un retorno del goce: en el seminario el Reverso del Psicoanálisis, J. Lacan pone el acento en el significante como marca de goce, se puede decir que el significante amo conmemora una irrupción de goce y al mismo tiempo introduce una pérdida de vida y produce como suplementos los objetos de la pulsión. Entonces el goce se introduce aquí como objeto a plus de goce que es un suplemento de su pérdida. Además, se sustituye discretamente al sujeto por el cuerpo vivo, el cuerpo sexuado[4].

 

Distinción entre los 2 estatutos del significante del goce: – fi (como significación) y fi (como significante)[5].

Objeto a plus de gozar: ganancia de placer. Su equivalente con la plusvalía en los modos de producción en Marx. Las formaciones del inconsciente. El goce discursivo. Saber, medio de goce. Verdad, hermana del goce. De la producción de discursos a la experiencia analítica.

 

Bibliografía:

———– “Saber, medio de goce” en El reverso del psicoanálisis. Seminario XVII, cap. III, pp. 41-56

———–“Verdad, hermana del goce” en El reverso del psicoanálisis. Seminario XVII, Cap III, pp. 57-72

          

             Miller, J.A. “Los paradigmas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIII. Paidós, 2003, pp. 221-240 (4°y 5° paradigma: El goce fragmentado y el goce discursivo)

————— “Las migajas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIV. Paidós, 2003, pp. 241-259

———– “Cosas de finura en psicoanálisis XVIII”, Curso del miércoles 20 de mayo de 2009, disponible en: http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008/09_06_03.html

 

Eje: Síntoma, goce y fantasma

  • 4° clase: El fantasma del sujeto.

Adhesividad del sujeto a su goce enfermo. El objeto como destruido por la acción simbólica. Reacción terapéutica negativa. El fantasma como terapéutico. Insistencia significante, inercia imaginaria. El fort-Da como uso de goce.

Bibliografía:

Freud, S. El problema económico del masoquismo (1924), Tomo 3, Bibl. Nueva

Miller, J. A. Del síntoma al fantasma. Y retorno. Cap El fantasma del sujeto.  Paidós, 2018.   

 

  • 5° clase: La pantomima de las estructuras.

 Fantasma fundamental. Resistencia del fantasma. Resistencia imaginaria. La abstinencia del analista. El fantasma como protección del deseo del Otro. Goce, fantasma, juego y arte. El síntoma como acumulación de fantasmas. Representación mímica del fantasma. No  hay síntoma sin fantasma. síntoma: lenguaje; fantasma: imaginario. Estadio del espejo como matriz del fantasma. Relación síntoma-fantasma. Freud: síntoma histérico y fantasma

Bibliografía:

Miller, J. A. Del síntoma al fantasma. Y retorno, cap, pantomima de las estructuras.  Paidós, 2018

Generalidades del ataque histérico, 1908. Tomo 2. Bibl. Nueva

 Freud, S.  Fantasías histéricas y su relación con la sexualidad,1908. Tomo 2. Bibl. Nueva

 

Eje: El Otro goce

  • 6° clase: Goce femenino, goce místico y goce en la psicosis.

El goce como tal es el goce Uno. En este momento de la enseñanza el punto de partida es Hay (Hay goce). Esta perspectiva no parte de la comunicación sino del goce y de que éste afecta solamente al cuerpo vivo, implica una disyunción entre el goce y el Otro.

¿Cuáles son las figuras del goce Uno?

La construcción mencionada vuelve en extremo problemático el goce del Otro, de cuya existencia se duda. En todo caso, si existe – y esto es lo esencial- no es del mismo nivel que el goce Uno, que es real.

En esta perspectiva el goce del Otro es sexual, es el goce de otro cuerpo, sexuado de otro modo. El Otro es el otro sexo; es decir que al comienzo el goce Uno, solitario, es profundamente asexuado.

¿A qué nos referimos entonces cuando decimos goce del Otro y al goce femenino?

Bibliografía:

Lacan, J. “Breves comentarios al margen” en La ética del psicoanálisis, Seminario VII, cap. X, pp. 161-174

———– El Seminario de Jacques Lacan: libro 20: Aún. Cap.V, VI, VII y IX. Ed. Paidós. 1° edición, 7ma re impresión

———– El Seminario de Jacques Lacan: libro 20: Aún. Cap., II y X. Ed. Paidós. 1° edición, 7ma re impresión.

Miller, J. “El primado de la práctica” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XV,              Paidós, 2003, pp. 261-276

———–“Cosas de finura en psicoanálisis XIX”, curso del miércoles 3 de junio de 2009, disponible en http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008/09_06_03.html

Miller,J. -“Introducción”. La Psicosis ordinarias. Editorial Paidós

————-“Efecto retorno en las psicosis ordinarias”

Bassols, M. Lo femenino entre centro y ausencia. Cap. I y II. Ed Grama.

 

  • 7° Clase: Sinthome

Del síntoma al sinthome

De la satisfacción del síntoma al saber hacer con el sinthoma

El sinthome como cuarto nudo

Bibliografía:

Miller, J. “Clínica del sinthome”. Cap. V. Sutilezas Analíticas. Ed. Paidós.2010

————Seminario El ser y el Uno. Inédito.

Schejtman, F. Ensayos de Clínica Psicoanalítica Nodal. Cap. II. Ed. Grama. 2013.

[1] Miller, Jacques-Alan, La teoría de los goces., en Recorrido de Lacan.1986. Ed. Manantial, p.150-153

 

[2] Miquel Bassols.2018

[3] Miller, J.A. La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Cap. XIII Los paradigmas del goce, 2° paradigma La significantización del goce, pág. 228, 229. Ed Paidós 2003

[4]Idem. Cap XIV Las migajas del goce,  Pag 242-243

[5]Idem Pág. 250

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti

Reseña Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti*

Seminario teórico-clínico 2021 “Entre el Uno y el Otro: el amor”. Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti

 

La docente inicia la clase haciendo referencia al título de la misma: Lo que ellas saben,  el que podría tomarse en las perspectivas de ironía o de pregunta. ¿Qué saben ellas? Las que tienen relación con el no todo.

Ubica la propuesta de J. Lacan en el cap. VII del Seminario XX centrada en la construcción del Uno solo,   que abre la perspectiva a su última enseñanza. S1 solo al que el saber no le hace mella. S1 solo, desprovisto del sentido.  El saber del que se trata es el del goce. El camino de lo que hay.  No hay relación sexual,  hay goce,  tal como lo enuncia el primer capítulo.

Retoma una pregunta fundamental de Lacan en el cap. VI acerca del goce del cuerpo ¿El goce del cuerpo, si no hay relación sexual, para qué puede servir?  El goce del cuerpo como un real sin ley, se impone al sujeto como su mayor desafío subjetivo. No es posible controlarlo, comandarlo, no hay ese saber, es opaco el sentido. Frente a ese goce del cuerpo al sujeto le queda: defenderse o consentir a experimentarlo.   Lacan formuló que las estructuras; neurosis,  psicosis y perversión se sustentan como tres modos de defensa contra ese goce real del cuerpo. Mientras que consentir a experimentarlo, consistiría en sumergirse en una zona donde fácilmente se pierden las referencias simbólicas e imaginarias, sin representación. Lo que angustia al sujeto como si se perdiera a si mismo;  pierde el eje donde alguien se nombra yo, se pierde el control de decidir, porque se está dominado por impulsos gozosos.

Sitúa  ejes de las fórmulas de la sexuacion: Del lado hombre, específica siguiendo a Lacan,  no existe posibilidad de que goce del cuerpo de la mujer, a menos que haya castración, un límite, algo que dice no a la función fálica. Esta impide que la desee como objeto a, causa de su deseo. Solo así puede el hombre abordar a la mujer, como objeto a causa de su deseo.

Mientras que del lado mujer, La /  tachada, es no toda, si bien están excluidas del todo, no hacen conjunto, pero hay las mujeres en plural, una por una.

Al sintagma de que la mujer no existe, propone que hay un goce que es suplementario, un goce de más, adicional. Eso no implica que las mujeres no se atengan al goce fálico, ya que no aguantan ser no todas, el falo no le es indiferente, pero cada posición tiene distintos modos de abordarlo. Entonces la mujer está de lleno en la función fálica, pero hay algo de más. Un goce del cuerpo que está más allá del falo, no se cierne a esa localización del goce del falo, es otro. Hay un goce,   suyo del que nada sabe, solo que lo siente. Nada sabe porque no hay el  significante de  la mujer que la represente. Hay el goce opaco al sentido  Solo  sabe que lo siente cuando ocurre. ¿De qué estatuto sería ese saber?

La idea de este goce del que nada se sabe, Lacan la toma de los místicos.

Lacan   hace referencia en este Seminario a las posiciones de los Estoicos y Epicureos, critica el modo de la moral epicúrea, de estar siempre en el justo medio, a distancia de las pasiones y de los excesos, y dirá que el psicoanalista no puede sostener esta posición.

En el Seminario “Aún” aborda la temática de las pasiones místicas como éxtasis. Otro goce y su irrupción. La pasión y el éxtasis  están del mismo lado, en relación con el Otro como tal, radicalmente diferente. Goce fundamental de la posición femenina que viene a perturbar el equilibrio. Un goce centrado en lo real, opuesto al romanticismo No es del lado del amor sublime. Es testimonio de  hay goce, no solo de lo perdido., sino de lamentarse de no volver a encontrar las mismas sensaciones, presencia fuera de toda representación del órgano adecuado, Para Lacan consta como el Otro goce. En este sentido se ubica este Seminario XX como reescritura de una ética definida a partir de una experiencia del cuerpo, que no es la pasión narcisista autoerótica, es otra.

Las tablas de la sexuacion indican como algo que resulta imposible de escribirse,  lo femenino,   pueda tener una existencia inconsciente. Hay escritura solo de la libido masculina o del goce fálico,  el goce femenino permanece  ignorado.

Del lado del uno, lado hombre: función paterna. Límite al todo por la castración. Se lee, hay al menos uno que no está castrado, aunque todos los seres que hablan se inscriben allí.

Quien se inscriba  del otro lado,  vetará el todo.  Vetará el universal. Lado derecho, lado femenino,  Allí la orientación es lo singular. Hay de ese lado, algo que nunca podrá decirse porque escapa al discurso, eso nos lo subraya ese matema del S de A barrado / La tachado, S de A/ barrado,  límite en el decir, agujero en lo simbólico, lo femenino queda ignorado.

La mujer es radicalmente Otra, ella que no existe, nunca deja de ser el Otro, en tanto que hay algo que nunca podrá decirse, por eso su pata en el S (A)/

Matema lacaniano: la relación sexual no existe, y cada quien se inventa un semblante para abordar lo sexual, un modo de hacerla existir velándola. Cada uno se inventa su modo de hacer con la sexualidad.

 ¿Qué función tiene el amor en este asunto?

Entre otros aspectos destacados al final de su recorrido la docente nos deja precisiones sobre el amor al término de un análisis, momento en el cual el Otro inexiste, inconsiste, cae, y descubrimos que en ese lugar está el a, un pequeño a, un vacío. Dice Lacan que desde allí, desde ese vacío, se habla de amor, desde allí algo puede inscribirse. Señalando que en el discurso analítico lo único que hacemos es hablar de amor, lo que quiere decir que este discurso apunta a ese consentimiento, a producir ese agujero. Entonces eso es hablar de amor, porque el amor se dice, intenta decirse, con palabras, con canciones, con cartas de amor, mostrando que la verdadera cuestión que ubica el amor no se sitúa en el narcisismo, sino en lo real, indecible, que va al encuentro del sujeto, y la carta de amor intenta evocar. Son las palabras de amor que apunta a decir lo que no puede decirse.

 

                                                                               Área de Investigación y Docencia

*AP. Miembro de E.O.L y A.M.P

Adherente del C.I.E.C

Licenciada en Psicología

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 2: “¿Qué se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”.- Inés Contreras y Teresita Ruiz

Reseña Clase 2: “¿Qué se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”.- Inés Contreras y Teresita Ruiz

Seminario teórico-clínico 2021 “Entre el Uno y el Otro: el amor”. Clase 2 “¿Qué  se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”. CID Sgo del Estero.

Docentes a cargo: Inés Contreras y Teresita Ruiz (Integrantes del CID Sgo. del  Estero – Miembros de la EOL y AMP).

Aportes: Gabriela Maidana (Integrante del CID Sgo del Estero)

La docente Gabriela Maidana inicia nominando a este trabajo: “El viraje  lacaniano”, precisando que la idea del mismo es ubicar el interés de Jacques  Lacan por la palabra, de la que se ocupó a lo largo de su enseñanza y a la que  abordó desde la lingüística, la lógica y finalmente, la topología. Comenzó  precisando que desde sus primeros escritos, Lacan se esfuerza por lograr una  articulación necesaria entre palabra y escritura, la cual nos enseña que la palabra  es primera en relación a la escritura y requiere de la escritura, porque con la  escritura se fija un goce. 

Nos orientó, entonces, sobre el estatuto de la palabra en la enseñanza de Lacan,  a partir de lo que se llamó “la escucha analítica”. La cual es ubicada por la  docente como aquello que va mucho más allá de una escucha, pues implica la  interpretación a la luz de la experiencia. 

Nos recuerda que “el viraje lacaniano”, cuya nominación fue realizada por  Jacques- Alain Miller para referirse al movimiento en la enseñanza de Lacan, va  desde la palabra plena de sentido a la palabra como efecto de escritura. Ubica  allí que la primera enseñanza de Lacan sitúa la subordinación del goce al  primado del lenguaje, a la estructura del lenguaje. Entendiendo que en este  movimiento Lacan opone el eje imaginario al eje simbólico, que va del Otro al  sujeto. Esta operación de Lacan consistió en partir de la herencia freudiana,  centrándose en primer lugar en separar el desciframiento del inconsciente de las  pulsiones. Este primer movimiento pivotea, entonces, sobre la separación,  comprendiendo a las pulsiones, a la satisfacción pulsional, al goce, al yo, al  estadio del espejo, al narcicismo como aquello que forma parte de lo imaginario.  Y en torno a la estructura del lenguaje precisa el lugar de lo simbólico, lugar en

el que el sujeto se relaciona con el Otro vía la intersubjetividad y en donde se  tejen todas las relaciones posibilitadoras de la constitución de los ideales.

La docente Inés Contreras comenzó precisando la función de lo escrito. Así ubicó  que en el discurso analítico, no se trata de otra cosa sino de lo que se lee. No se  trata con él de un leer sencillamente, sino de leer una letra. Es decir que aquello  que se lee no está a nivel del yo, sino en función de una marca.

Con ella se introduce el sentido de lalangue, que es la singularidad de cada  quien, concierne, va a decir, a un goce primario. El inconsciente está hecho de  lalangue, es su materialidad, su sustancia. En un primer tiempo, entonces, se trata del goce primario y en un segundo tiempo el lenguaje y el lazo al Otro.

Se trata de un enjambre de S1 que produce un goce inaugural que marca el  cuerpo. Ahora bien, ¿cómo se articula la lalangue y el S1? De este enjambre  zumbante de S1 uno de ellos -no cualquiera- se recorta, alza vuelo y a partir de  esa extracción deviene la cadena de significantes, los S2. Ese Uno que se  extrae, el “hay Uno”, se escribe como una letra, no es cualquiera ya que algo de  la contingencia viene a escribirse en el cuerpo, una letra.

En el seminario 17, Lacan separa la función del S1, que porta en sí mismo un  goce, y el S2 que es el significante del saber. Este aparato de lenguaje funciona  en la tramitación del goce del S1, mediante un desplazamiento de los  significantes hacia el S2 y, por último, esta tramitación y distribución son  designadas como una habilidad: un saber hacer con lalangue. Es por esto que  el aparato del lenguaje, la palabra no es solo vehículo de comunicación sino de  goce.

Se trata de discernir lo que estas letras introducen en la función significante. Lo  escrito no pertenece en absoluto al registro del significante. Pues este cobra  relieve cuando lo que se oye no tiene relación. Lo que hay que leer es un  significante particular, singular, sin relación a lo que significa.

Hay una estrecha relación entre letra y escritura, comparten ambas la falta de  sentido. Lacan plantea así a la letra como lo que uno lee y a la escritura como  un hacer, que no está para ser leído. Entonces, la condición de lo escrito se  sustenta de un discurso, la letra es leída en el discurso analítico.

En este punto toma la palabra Teresita Ruiz, quien comenzó refiriéndose al Otro  sexo, distinguiendo que en la sexuación hay dos modos de gozar: un goce  referido a falo (macho) y otro no referido al falo (hembra). El Otro sexo es otro  modo de gozar. Es decir que Otro refiere así a un modo de gozar. 

Planteó, entonces, que el Seminario 20 se funda en la no relación, disyunción  del significante, el significado, el Otro, Hombre y mujer. La no relación toma de  la matemática la función. La matemática habla de una relación de proporción.  Aparece aquí la referencia al número de oro de Pitágoras, que sostiene que hay  una proporción que existe en la naturaleza. Sin embargo, este no está presente  en el ser humano, no hay programa, proporción, en la relación hombre-mujer.

Ante la pregunta ¿Qué es lo que permite hacer lazo? la docente dirá que el amor  permite hacer lazo, del Uno al Otro. Retoma la frase de Lacan “el goce del Otro,  del cuerpo del otro que lo simboliza, no es signo de amor” para decir que el goce  del Otro no es signo de amor, sino que el amor orienta a pasar por el Otro. Aquí  ya no es un velo, sino que enlaza la pulsión al Otro.

Dirá que en el partenaire síntoma se trata de una condición autoerótica: no hay  Otro, hay goce, goce del Uno. Entonces aquí el amor tiene una función inédita,  enlazar el goce con el Otro.

Se prosiguió luego a trabajar con el Testimonio de Mauricio Tarrab, “el soplo” a  partir del cual se planteó que lo que le interesa al psicoanálisis es interrogar los  efectos de goce, del significante en el cuerpo. Se trata del encuentro del  significante con el cuerpo, en su dimensión real que no se reduce al objeto. No  es el significante sino más bien lalangue, la letra. 

En cuanto a la definición de inconsciente como aquel que se encuentra  estructurado como un lenguaje, la docente refirió que el lenguaje es causa de  goce. Aquí le suma: son como letras, en el inconsciente no está sólo la palabra  y sus articulaciones, sino que se trata de letras sueltas. 

Equipo de Publicaciones

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 3: “Bye Bye Lenguaje: del goce fálico al goce femenino”.- Guillermo López

Reseña Clase 3: “Bye Bye Lenguaje: del goce fálico al goce femenino”.- Guillermo López*

Reseña de la Tercera clase del Seminario Anual teórico clínico 2021: Entre el Uno y el Otro, el Amor

En el seminario 20 Lacan inicia su última enseñanza tomando distancia, despidiéndose, de los aportes del estructuralismo para abordar la noción de lenguaje, concepto que desde el inicio de su enseñanza fue central para distanciarse de los posfreudianos y que en el seminario 11 su estructura adquirió un lugar privilegiado para su retorno a Freud. Apoyándose en la Lingüística, Lacan entiende al inconsciente freudiano como una estructura, un lenguaje que funciona como un punto de basta de goce, un aparato anti goce. Sin embargo, aquí podría ubicarse la primera torsión que realiza Lacan en el seminario Aún. El significante es causa material del goce, mata la cosa, pero no acaba con su efecto mortificante sobre el cuerpo del ser hablante. El lenguaje comienza aparecer a partir de este seminario como un virus, un parásito que perturba al sujeto, lo trastorna produciendo goces. Una reconfiguración de la lógica de los conceptos que provoca un pasaje de la Lingüística a la Lingüistería, introduciendo un sujeto, el del inconsciente, que goza en el habla, en el parloteo.

Entre las variadas lecturas que provoca el Seminario 20, López propone una que invita a pasar por el Seminario 7. En este momento de su enseñanza Lacan concibe el goce como un mal, entraña un malestar en el Otro. No habría para Lacan efectos benéficos del bien, por el contrario, este vela lo peor. En el Seminario 7 el goce es respecto de una transgresión, tiene barreras que el sujeto puede transgredir para acceder a ese más allá del principio del placer.

En el seminario 20 de lo que se trata, es de un goce inútil, lo que no sirve para nada. Eso que hace fracasar el encuentro con el otro sexo, la no relación sexual. Solo se goza del cuerpo de uno. El goce es autista. Hay de lo uno.

Este desplazamiento del goce como un mal al goce inútil, introduce una novedad en las elaboraciones de Lacan, a esta altura de su enseñanza: esto es, un pasaje del goce a los goces, algo más allá que el goce fálico, y que en el capítulo 6 introduce bajo el título de “Dios y el goce de la mujer”. El goce de la mujer como un Otro

Absoluto domesticado a través de las distintas configuraciones históricas que reconocieron en las mujeres un peligro: el darlo todo por amor. Se trata de un goce ilimitado, infinito, que excede las posibilidades del decir, un goce del cual no se puede decir nada pues constituye un desamarre del falo como mediación simbólica. Se trata de un goce que se experimenta en el cuerpo. El testimonio de las jaculaciones místicas es aquel que permiten a Lacan leer acerca de este otro goce, el goce femenino. En particular, es el caso de Marie de la Trinité el que inspira a Lacan a dar cuenta de un goce místico en el Seminario 20.

Para finalizar podría decirse que no se trata de decirle chau al lenguaje, de despedirse de éste en tanto sigue siendo herramienta, aparato de goce. De lo que se trata es de poder “sacarnos las pulgas” del lenguaje, para arribar al virus de la lengua, en el que precipita el goce femenino, del uno solo, singularísimo.

 Área de Biblioteca

*Analista Practicante de la EOL-AMP. Lic. en Psicología, Docente del Depto. de Estudios sobre Adolescencia del CICBA (ICdeBA). Supervisor y Docente del Equipo de Adolescentes del Hospital Álvarez. Magíster en Clínica Psicoanalítica de la Universidad Nacional De San Martín y Autor del libro Adoles-seres. La orientación a lo real en la clínica psicoanalítica con adolescentes, editado por Grama.

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 1: “Aun una lectura”.- Marita Salgado

Reseña Clase 1: “Aun una lectura”.- Marita Salgado*

Reseña de la Primera Clase del Seminario Clínico Anual “Entre el Uno y el Otro, el Amor”

La primera clase del Seminario Clínico Anual estuvo a cargo de nuestra directora Marita Salgado, AP de la EOL (BS. AS.) Y AMP; cuyo título fue “Aun una lectura”.

La docente realizó un exhaustivo recorrido “a la letra” de los capítulos 1 y 2 del Seminario XX.

Comenzó precisando que éste último es un seminario que refiere al goce como satisfacción paradójica.

Nos iluminó con algunos antecedentes tales como el seminario VII, en dónde Lacan menciona que la ética del psicoanálisis trabaja esa satisfacción paradójica, que los discursos del Amo, Universitario, Histérico rechazan, entonces, es el discurso analítico quien la toma a su cargo, satisfacción paradójica que en el Seminario XX llamará Goce.

Otro antecedente que sitúa la docente es el Seminario XIX ya que, allí  comienza a trabajar la comedia de los sexos, la relación Hombre y Mujer. Y se pregunta por el semblante, que es lo que vela la nada, el agujero, en este sentido, nos dice que no basta con ser Hombre o Mujer, sino también parecer, este “parecer” está del lado del semblante, entonces como «No Hay relación Sexual», algún semblante hay que inventar. Nos invita a pensar las fórmulas de la sexuación como un modo de hacer ante éste “No hay relación Sexual”, pero también hay un “hay”, el Uno y concluye que el Uno es lo que resta del goce, lo que va decantando de esa satisfacción paradójica y como el sujeto puede operar con eso al final del análisis.

Marita Salgado luego de la introducción que realizó destaca que Lacan en su transmisión está en una posición de analizante, y que su modo de avanzar es un ”no quiero saber nada de eso”.

Él está dividido, en posición de construir en acto, un saber. Hace referencia al “…o Peor” del Seminario XIX  para decirnos que los tres puntitos quieren decir “No hay relación sexual” y que estamos complicados pensando que existe la relación sexual.   Nos propone pensar en los  femicidios, en donde posiblemente, en estos hechos  hay relación sexual, hay el intento de hacer Uno con el otro.

Continúa orientándonos y nos dice que  goce y amor no son lo mismo. El goce del cuerpo del Otro sigue siendo una pregunta, el amor, pide amor, lo pide sin cesar, lo pide aún… y nos dice  que “Aun” es el nombre propio de esa falla donde el Otro parte la demanda de amor , es una hiancia. El amor no es  con mayúscula es un “a-mor”, introduce la cuestión del objeto a, en  francés es“a-mour”, el amuro, es el cuerpo en donde se inscriben los caracteres sexuales.

Se  pregunta sobre éstas señales extrañas sobre el cuerpo…¿De dónde vienen? ¿Cómo se hace un Hombre y una Mujer? Y nos dice que un cuerpo no puede gozar del otro cuerpo, hay una barrera, se goza del propio cuerpo, en-cuerpo (Encorpe) el ser del cuerpo es verdaderamente sexuado, pero esto es secundario, porque las huellas en el amuro no dependen del goce del cuerpo en tanto simboliza al otro, si no que éstas huellas son significantes, es decir que los caracteres sexuales, más allá de la biología vienen del significante. ¿El amor es hacerse uno con el otro? El goce sexual es igual al goce del otro, o al

goce del cuerpo? Hay división de los goces.

A modo ilustrativo la docente toma dos referencias, por un lado, la cotorra enamorada de Picasso, en dónde nos dice que lo importante es el atuendo, no basta ser, sino “parecer”. Por otro lado, en cuanto a Aquiles y la tortuga concluye que el primero la puede pasar, pero no alcanzar en ese goce infinito. Lacan divide los goces, el femenino, el goce del otro, sexual. Así es que  plantea que el goce en tanto sexual es fálico, quiere decir que no se relaciona con el  otro como cuerpo. El goce fálico está fuera del cuerpo y es por esto que puede haber encuentro sexual entre un Hombre y una Mujer, hay significantes, hay significación fálica que da lugar a un encuentro entre un hombre y una mujer, no es por el cuerpo sin el significante.

Lo último que toma en este capítulo es la necedad, la tontería y dice poder llegar a ser menos necios pero no sublimes. El discurso analítico se ocupa de lo que no anda y eso que no anda también es la necedad.

En cuanto al cap. 2 “A Jackbson” la docente nos dirá que Lacan modifica el algoritmo de Saussure de significante y significado, en donde refiere que el significante es el que procura un significado. Relaciona el significante y el goce. Y toma la cuestión de los discursos. No hay relación sexual, pero sí hay discurso, y va a decir que el amor irrumpe cada vez que se cambia de discurso en el análisis. En este capítulo se pregunta muchas veces por el significante, este último no es el fonema, tampoco es la palabra, por el tonel agujereado de la significancia se desparrama un block lleno de significado, no hay como capturar todos los significados, siempre hay un tonel agujereado por dónde se cuela un significado. Es decir, No hay relación sexual, hay goce, hay del Uno pero hay significante. Y es el significante el que va a permitir inventar  Algo con eso.

Cuando se ama, no es asunto de sexo, goce y amor están disyuntos. El amor difiere del goce sexual y el goce sexual está fuera del cuerpo, además dice Lacan, que el amor no es una palabra, tampoco es el significante, no se puede hablar de amor, el amor se escribe, está la carta de amor, la canción y está el afecto ligado al narcicismo, al espejo…

Área de Difusión

*AP de la EOL Y AMP

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 7: «Los cuatro conceptos fundamentales».

Reseña Clase 7: "Los cuatro conceptos fundamentales".

La docente inició su clase con un breve repaso de los acontecimientos que enmarcan el dictado de este seminario: Lacan fue excomulgado de la IPA luego de haber dictado diez seminarios orientados a la formación de analistas. Lacan nombra esta expulsión como una “excomunión” semejante a la que ocurrió con Spinoza. El seminario XI se establece en cierto modo como continuidad de aquel “Seminario inexistente” que quedó interrumpido por la excomunión. Las clases se desarrollan en la Facultad de Derecho de la Escuela Normal Superior de París, con un público heterogéneo, donde se destacan personalidades de la filosofía política como Althusser y Miller. La disertación de Susana Amado se detuvo especialmente en el capítulo XX y el epílogo de este Seminario. Allí Lacan contrapone los preceptos de la IPA a la centralidad de volver a los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis: inconsciente, repetición, transferencia, pulsión, en ese orden. Se partió de una pregunta: ¿qué orden de verdad rige nuestra práctica? La respuesta está en Lacan, es sostener los cuatro conceptos antes mencionados. Asimismo, ante el cuestionamiento ¿qué razones sostienen nuestra práctica? Lacan va a responder hablando de la impostura. Esa pregunta inicia otra. ¿Cómo asegurarnos que no estamos en la impostura? ¿De qué impostura se trata? Este Seminario es una respuesta y el objeto a, que va a poner en el centro, es su invención. Impostura que se encuentra en relación con los rituales y estándares que sostenía IPA, tales como la identificación al analista, la predeterminación del tiempo de sesión de 50’, la rigurosidad y el privilegio del saber. Lacan vincula la impostura con la religión y la ciencia. Esta “didáctica” que sostenía la IPA remite para Lacan a una religión. El psicoanálisis no es una religión, ni una ciencia. Pues, la primera pone el acento en el olvido (no en el deseo). Sustancia el ser del sujeto dándole la posibilidad de una subsistencia. En la religión no alcanza con una sola inscripción (bautismo) para creer, sino que requiere una reconfirmación del pacto (sacramentos). La segunda, la ciencia, sostiene la impostura de un sujeto ligado al saber, planteando una relación al saber por medio de un objeto cognoscible y de un conocimiento científico, intentando de este modo una adecuación con respecto al objeto (a). Sin embargo, el psicoanálisis nos advierte que eso falla siempre. El real de la ciencia tiene una ley, un saber. En el psicoanálisis el real es sin ley, y fuera de todo sentido y saber posible. Cabe destacar que Lacan en el Seminario XI plantea la constitución del sujeto a partir de las operaciones de Alienación / Separación, que matematiza bajo $ losange a. El a es el objeto extraído del campo del Otro. Implica una separación entre demanda y pulsión introduciendo una diferencia absoluta. En esta línea, Lacan ubica la transferencia más del lado de la pulsión. No se trata de la identificación con el analista, como final de análisis, ni de su liquidación. Se orienta de una manera distinta. El sujeto supone un saber al analista, respecto de su padecimiento. ¿Por qué luego de que el sujeto logra un saber sobre su padecer debe liquidar su identificación? O bien, ¿se trata de pasar de la suposición de un saber en el Otro, de Otro sin barra, a un saber en su propio campo respecto de su propia barra? Se trata de deponer los objetos del campo del Otro: mirada y voz. Cuando eso no sucede, la demanda retorna y realiza su recorrido. En contraposición de la IPA, que plantea que la transferencia está ligada a la repetición. No basta con que el analista sirva de soporte a la función de Tiresias, es preciso que el analista «tenga tetas», es decir, que se ofrezca para que algo a partir de su lugar se escriba en relación con el objeto. Allí el analista se orienta por el objeto. En efecto, cuando en esa ficción organizada que es el fantasma algo estalla, la angustia como angustia productiva orientará hacia ese objeto. Esto es, ¿qué cosa orienta respecto de la angustia? Pues, la angustia sirve de brújula hacia el objeto, dónde está localizado y qué hizo estallar al fantasma.

Área de Biblioteca

* AME Miembro de EOL y AMP.

Directora del CID Santiago

Integrante de Dirección Ejecutiva de IOM2

Responsable dl Depto. De Psicoanálisis y filosofía del Centro de Investigaciones de I.C.d.e.B.A

Co-responsable de la Revista Dispar

Supervisora del equipo de violencias, Hospital Álvarez

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 1: “El inconsciente y la repetición”.

Reseña Clase 1: “El inconsciente y la repetición”. Seminario Teórico - Clínico 2020 “La interpretación en la dirección de la cura”.

El día Martes 14 de Abril se llevó a cabo la primera clase del Seminario Teórico-Clínico 2020 La Interpretación en la Dirección de la Cura Seminario 11 de J. Lacan. Esta  clase llamada “El Inconsciente y la Repetición” estuvo a cargo de la psicoanalista Susana Amado directora del CID Santiago del Estero, AME, Miembro de EOL (Bs.As.)

     La docente comenzó refiriéndose al Seminario del año 1964 expresando que se va trabajar a partir de los cuatro conceptos Fundamentales del Psicoanálisis que son Inconsciente, Repetición, Transferencia y Pulsión.

     A continuación, haciendo referencia al primer capítulo del Seminario “La Excomunión”, señalo que el Seminario 11 viene al lugar del Seminario Inexistente Así llamado por Miller, seminario del que sólo se conoce una sola clase, es decir (una operación metafórica) de los Nombres del padre. Al lugar de lo que queda de religioso de reverencial al padre. Pero al mismo tiempo los cuatro conceptos no dejan de ser cuatro nombres del Padre.

  En relación a Los nombres del Padre aclara de que se trata de un Padre en tanto función reguladora y que puede ser ocupada por cualquiera, por ejemplo: un Estado, una institución o un Sujeto. Los Nombres del Padre son los cuatro conceptos fundamentales, a los cuales Lacan va agregar los conceptos de Sujeto y Real. Lo común a los cuatro conceptos es los conceptos de Inconsciente. Que primero lo presenta como sujeto, sujeto del Inconsciente, Después como repetición, El inconsciente repite, luego como emergencia de la transferencia, cuando define a esta como la puesta en acto de la realidad del inconsciente. Y luego la pulsión, cuando otorga al inconsciente la función de pulsación que la homologa a la pulsión. Subrayó que en estos Cuatros conceptos de Freud se van infiltrando los de Lacan: la noción de Objeto a en el binomio Inconsciente -repetición y la alienación-separación con transferencia y pulsión.

 En este tiempo de enseñanza el Inconsciente está estructurado como un lenguaje.  Se sirve de la Antropología filosófica para indicar que existen relaciones pre-subjetivas, que la naturaleza proporciona significantes que organizan de un modo inaugural las relaciones humanas.

Señalo también la diferenciación que Lacan establece con respeto a la lingüística, al subrayar que si el inconsciente funcionara según las leyes de la metáfora y la metonimia sería un inconsciente del cual nada se sabría.  . El Inconsciente  que le interesa a Freud subraya Lacan no es el de la antropología o el de la lingüística, sino el que obliga a una suposición del sujeto.  En otras palabras marcar la diferencia entre inconsciente y sujeto del Inconsciente. Qué clase de sujeto hay que suponerle al goce. pero que solo prueba que existe éste, solo cuando falla, cuando uno se pregunta “no sé donde estoy parado”, “no soy cuando sueño”, “no soy cuando hablo. “

        Lacan va a desplegar cual es el estatuto del Inconsciente y agrega que la primera manifestación es la discontinuidad, una vacilación en cualquiera de las formaciones del Inconsciente. Se trata de un Sujeto indeterminado, que tiene que ver con algo del orden de lo no realizado. Se le otorga un estatuto evanescente, lo cual lo encontramos en las formaciones del Inconsciente, pero no en el síntoma. En un análisis el síntoma es puro desconocimiento al principio, ante lo cual, la interpretación busca generar  un hallazgo, una sorpresa, una discontinuidad.

  El inconsciente busca interrumpir en la consciencia, con una insistencia ligada a marcas, al trauma, a lo  Real. En el retorno de esa huella, algo se repite y algo se escapa. Que algo se escape es lo que comanda la repetición y por ende vela lo real. Siempre hay fracaso de la repetición. La repetición sería lo que no cesa de ser imposible.

   Podemos concluir que  los cuatro conceptos Fundamentales, desde Lacan, tienen que ver con la no relación entre el sujeto y objeto. En la constitución del sujeto siempre queda un saldo, un resto inasimilable.  Un análisis consiste en saber cuál es el goce para ese sujeto, orientará preguntarnos acerca de: ¿Qué sujeto hay que suponerle al Inconsciente? ¿Qué lugar ocupa ese sujeto en el campo del Otro? ¿Con qué goza ese Sujeto? Un análisis concluye cuando un Sujeto puede hacer esa extracción del objeto, de ese lugar que ha funcionado como tapón de alguna falta.

Realizado por: Área de Eventos del CID Santiago del Estero

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero

Reseña Clase 5: “Alienación y Separación: Afánisis”.

Reseña Clase 5: “Alienación y Separación: Afánisis”. Seminario Teórico - Clínico 2020 “La interpretación en la dirección de la cura”.

El viernes 14 de Agosto se llevó a cabo la Clase 5 denominada “Alienación y Separación: Afánisis”. Las docentes a cargo de esta clase fueron Inés Contreras (EOL – AMP – Integrante del CID Sgo), Cristina Ruchelli (Integrante del CID Sgo) y Silvia Zarba (Integrante del CID Sgo) quien realizó un aporte en relación a la lógica de la cura.

La apertura del encuentro estuvo a cargo de Inés, quien planteó que Lacan trabaja en el seminario 11, en los capítulos referidos a estas operaciones, cuatro términos: sujeto, S1, S2 y a, atendiendo especialmente a las relaciones del sujeto con el Otro, articulado no sólo al significante sino al objeto a. Al respecto, Lacan dirá que lo que orienta al sujeto en su relación con el Otro es la pulsión parcial.

Para Freud la líbido es energía pulsional. Lacan, en cambio, se referirá a ella como un órgano, esencial para comprender la naturaleza de la pulsión. No es real, ni simbólica, ni imaginaria, es irreal, una sustancia que no se deja atrapar, pura vida que se derrama. Se referirá así a la laminilla. Dirá que la líbido es indomeñable, pero que no impide encarnarse en un órgano.

En este proceso, el sujeto se instala en el campo del Otro por la vía de la falta. Esta falta es doble: la que adviene en el sujeto del significante y, una falta real, anterior a su función de ser viviente.

Cristina desarrolló las dos operaciones lógicas que se producen en el advenimiento del sujeto: reunión (alienación) e intersección (separación).  Refirió que sólo a través de la primera, el sujeto produce una articulación al Otro. En esta operación el sujeto se dirige al sentido del Otro, encuentra en el campo del Otro un S1. En la separación, se produce una intersección común: el encuentro de dos faltas: del sujeto y del Otro. En esta segunda operación el sujeto se aísla del sentido del Otro y apunta a su ser (a). En la primera operación, el sujeto busca hacerse significar (sujeto del significante). En la segunda operación, el sujeto busca el objeto.

El significante que se produce en el Otro, sólo funciona reduciendo al sujeto a no ser más que un significante, en el mismo movimiento con que lo llama a hablar como sujeto. Este S1 con el que adviene el sujeto, viene del Otro. Supone la identificación primordial al discurso del Otro, ciñendo la singular posición del sujeto en el campo del Otro. Este significante que habla del sujeto, y desde el cual él se aprehende, está indeterminado, “ahí no hay nada”, siempre es posible adicionarle un significante más. En este sentido, la alienación implica la desaparición (fading) del ser. Si elegimos el ser, caemos en el sin sentido. Si elegimos el sentido, éste aparece recortado, por la desaparición del ser. En la elección algo se pierde.

La separación completa la circularidad de la relación del sujeto con el Otro. Una falta es lo que encuentra el sujeto en el Otro, de allí el “qué me quiere”. El sujeto es aprehendido en su falta. El qué me quiere, refleja aquí el enigma del deseo del Otro. En este encuentro con la Falta del Otro, el sujeto pone en juego esa porción de sí perdida, produciendo una respuesta ante ese enigma que abre el deseo del Otro. El sujeto va a colocar su propia falta para tapar la falta del Otro, colmándola con el objeto.

Separarse de la buena manera no es, entonces, la cancelación de la alienación, sino un retorno a la misma, en donde el sujeto queda alienado al objeto a. Separarse, saber lo que uno es, más allá de la inscripción en el Otro.

Inés tomó a su cargo el desarrollo del capítulo de La afánisis, puntuando que no hay sujeto en lo real, sólo hay sujeto por efecto del significante, no hay nada de él antes del significante. El sujeto no se produce de un solo salto, tendrá que navegar entre S1 (significante unario) – S2 (significante binario), con el S1 sólo no alcanza.

Dirá que la significación es el interjuego entre los significantes que vienen del Otro y los significados. Para Lacan, lo reprimido no es la significación. La interpretación va contra la significación.

Una orientación clínica fue plantear que la paranoia imaginaria se pacifica en lo simbólico, algo pone un orden, está la función sublimatoria. En la psicosomática, hay 2 significantes, S1, S2,, sin embargo, no hay afánisis del sujeto, no hay desaparición: la líbido no busca en el exterior sino que vuelve al cuerpo. Dará el ejemplo de la holofrase, al no haber afánisis, hay un bloque S1-S2 y pasa directamente al cuerpo. Es un defecto de la metaforización, una coagulación en un solo significante. Dirá que no hay movimiento, esta afánisis de poder elegir, por eso se pasa al acto. Concluirá diciendo que la libertad puede pensarse, en relación al final de análisis, al separarse en la transferencia, al decir “soy eso, lo que fui en el deseo del Otro”.

Para concluir, Silvia Zarba tomó una viñeta clínica extraída del texto “Anorexia neurótica: una falla en el uso del fantasma” por B. Horne y C. Sales, publicado en el libro “Púberes y adolescentes. Lecturas lacanianas”. El cual permitió trabajar sobre los conceptos desarrollados.

Ciudalitica | 2018

Sitio Virtual del CID Santiago del Estero