Seminario Clínico Anual 2023: «COMIENZOS DE ANÁLISIS: DEL DISCURSO DEL AMO AL DISCURSO DEL ANALISTA.» Lecturas del Seminario XVII de J. Lacan.

Seminario Clínico Anual 2023: "COMIENZOS DE ANÁLISIS: DEL DISCURSO DEL AMO AL DISCURSO DEL ANALISTA." Lecturas del Seminario XVII de J. Lacan.

Es la propuesta para este año abordar la lectura del Seminario 17 de Jacques Lacan, El reverso del psicoanálisis (1969-70), orientándonos por la práctica del discurso psicoanalítico hoy y el lazo que éste produce.

Freud ubicó tres profesiones imposibles para la humanidad: gobernar, psicoanalizar, educar. A estas profesiones Lacan las formalizará bajo la forma de un discurso sin palabras, y agrega también el discurso de la histeria, en tanto lee como síntoma de la época, la ley puesta en cuestión (1).

Cuatro discursos, cuatro lugares, cuatro producciones distintas. Esto es lo que Lacan ubica como estructura, siendo lo característico de la estructura, un elemento de imposibilidad (2). Punto de partida, sino su condición, para la práctica misma del psicoanálisis. Aquí el goce muestra el punto de inserción del aparato, del lenguaje. Es por ello que, señala Lacan en este seminario, no hay discurso que no sea del goce. Punto crucial para leer El Reverso del Psicoanálisis, cuando se plantea la cuestión del lugar que tiene el psicoanálisis en lo político.

Al respecto, el goce es ubicado como una irrupción, un sobrante, una caída. Así, tomará las elaboraciones de Marx respecto de la plusvalía donde ubicará aquello que el discurso del amo produce: plus de gozar, goce que se capta en su dimensión de pérdida. Es esta pérdida la que inaugura el efecto de entropía que produce el plus de gozar, el goce a repetir.

Hasta este momento de la enseñanza de Lacan la pérdida de goce se producía a partir de  la castración operada por el padre. En este seminario va a ubicar que esa extracción proviene del propio significante en la operación por la que causa a un sujeto. “Llamamos sujeto a lo que es vehiculizado por un significante para Otro significante” (3) Significante que no sólo vehiculiza al sujeto tachado, sino también al goce como objeto perdido. “al mismo tiempo que el goce está prohibido puede ser dicho entre líneas”(4). En la deriva metonímica del goce mortificante, los discursos operan ofreciendo a este goce un rodeo por las vías del principio del placer,  posibilitando el funcionamiento del mundo.

Lacan en este seminario XVII ubica como  lo más  esencial en los discursos al objeto a, en tanto que irrepresentable, determina la función de la repetición del síntoma.  Repetición  que se escribe a partir de la  función del rasgo unario     “…precisamente porque ninguna representación identificatoria  es completa, esta representación tiende a repetirse.” (5).  El discurso analítico, al poner el objeto a en el lugar de la producción, tomará  un lugar privilegiado respecto de la posición que asume para el discurso del Amo. Mientras que éste último espera que las cosas marchen, el analista va a operar con lo que no anda, con lo que se pone en cruz en la vida de un sujeto que consulta para arribar a algún saber sobre el goce en juego en eso que se repite.  Primer momento al que le suceden las entrevistas preliminares en las que un sujeto comienza a decir sobre su malestar, su angustia. Tiempo de la puesta en forma del síntoma y de la escucha de aquellos significantes amos ligados a la cadena que los fijan al sentido. Interrogarse sobre su padecimiento y la satisfacción paradójica allí implicada conlleva, en los comienzos de un análisis, a suponer una respuesta en el campo del Otro, en el del analista.  Lugar de saber que el analista, en cambio, otorga al inconsciente siendo la transferencia el artificio, la estrategia, que posibilita aquel pasaje del Sujeto Supuesto Saber al estatuto que tomará el inconsciente y el síntoma en el trabajo analítico para un sujeto. Dos preguntas orientan al practicante de un análisis desde el inicio;  ¿qué sentido entraña el síntoma? ¿qué  goce en juego se implica allí?

Es a partir del concepto de plus de gozar que Lacan construye el de letosas “los pequeños a minúsculas que se encontrarán al salir, ahí sobre el asfalto de cada rincón de la calle, tras los cristales de cada escaparate, esa profusión de objetos hechos para causar su deseo, en la medida en que ahora es la ciencia quien lo gobierna” (6)  Estos objetos se multiplican, son masificantes, objetos universalizables como ejemplo las mass-media, radio, tv…etc. Podríamos ubicar aquí que por el dominio de la Ciencia las letosas son ubicadas en el lugar de la causa del deseo, no sin precisar que la Ciencia no quiere saber nada sobre la verdad como causa de deseo intentando suturar la división del sujeto, la pérdida, forcluyéndolo. Así podríamos ubicar que el Discurso capitalista intenta la recuperación de un goce para todos, goce globalizado, por medio de las letosas. Época del empuje  a la felicidad a través  del consumo de objetos, en la que la producción apunta a un mas, mas, mas… negando la imposibilidad y dejando a los sujetos en impotencia, el Discurso psicoanalítico se propone como envés, intentando transformar la demanda de felicidad de un sujeto a un deseo de saber sobre la causa de su deseo. Con relación a esto Lacan en Televisión propone al psicoanálisis como salida del Discurso capitalista. ¿De qué manera el psicoanálisis lee y aporta al malestar de la época? ¿De qué modo su práctica invita a escuchar aquello que los otros discursos vociferan y acallan al mismo tiempo? ¿Que orientación podremos extraer sobre la posición del analista frente a esto?

¿Cuál es el reverso del psicoanálisis hoy? ¿Qué lazo para el analista, con otros discursos, en su práctica y con el psicoanálisis?

 

Citas

(1) Lacan, J. (1969-70) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 46.

(2) Lacan, J. (1969-70) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 48

(3) Miller, J.-A ,(1998-1999) La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica,  Paidós, Buenos Aires, 2003. pag 247.

(4) Ibíd, pag. 251

(5) Ibíd , pag. 247.

(6) Lacan, J. (1969-1970) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 174.

 

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Reseña Clase 6: “El goce femenino, el goce místico y el goce en la psicosis.”- Miguel Furman

Reseña Clase 6: “El goce femenino, el goce místico y el goce en la psicosis.”- Miguel Furman*

 

El docente comienza su recorrido con una precisión en torno al goce. Sitúa a este en el campo del más allá del principio del placer freudiano. A partir de Lacan, el goce está vinculado al campo de lo real. Desplegando la topología borromea, el docente muestra los goces que se derivan de la articulación de lo simbólico, lo imaginario y lo real: el goce articulado al objeto a es el plus de goce, luego tenemos el goce fálico, el goce del Otro y el goce sentido. Es decir que estos goces dependen de la extracción del objeto a, en tanto plus de goce.

Dicho esto, Furman avanza en su desarrollo sobre el goce femenino. Para lo cual retoma la pregunta freudiana acerca de qué es una mujer. Allí señala que hay un plus de lo femenino al que no podemos dar respuesta por la vía de la lógica fálica, un goce suplementario más allá del falo. Es así que surgen las fórmulas de la sexuación, en función del axioma lacaniano del “no hay relación sexual”.

Con esta formulación, el docente subraya que del lado de La mujer (barrada) está en juego no sólo su relación a lo fálico, sino sobre todo al goce del Otro (tachado) que implica ese goce no todo, suplementario, no localizado.

Un paso más allá de las posiciones sexuadas, en tanto respuesta al axioma de la no relación, el no-todo femenino relativiza el todo y, en ese punto, se articula al goce singular e irreductible del sinthome de cada sujeto. Al respecto, Furman sitúa la extracción de Miller de la última enseñanza de Lacan en torna que el goce femenino como indecidible, como acontecimiento de cuerpo.

A continuación la clase se orientó al goce místico, recuperando, fundamentalmente, el seminario III y el XX de Lacan. Allí se muestra cómo el testimonio de los místicos da cuenta de un modo de goce más allá del falo, aunque también podemos ubicar su relación con el goce fálico. En este punto, el escrito de los místicos es un esfuerzo por cifrar y localizar algo de ese goce por medio de la letra, al igual que en la psicosis. No obstante, a diferencia de la certeza que acompaña el goce en la psicosis, el goce místico es una experiencia que se siente, pero de la que nada se sabe. Al tiempo que hay un lazo al Otro que implica pérdida y un resto para el sujeto. Entonces, no es sin referencia al goce fálico.

Para finalizar, el docente se abocó al goce en la psicosis, señalando que dicha estructura nos enseña sobre el goce develado. Furman recupera aquí el esquema R, para introducir la cuestión del objeto de la pulsión en la psicosis como plus de goce. En ella el objeto a no fue extraído del campo subjetivo, por lo cual persiste su presencia no velada por lo imaginario y lo simbólico.

*Docente Miguel Furman. AME de la EOL y AMP; Docente de ICdeBA y Maestría de UNSAM; Director médico de Pausa.

Equipo de publicaciones.

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Reseña Clase 5: “La pantomima de las estructuras”.- Gustavo Stiglitz

Reseña Clase 5: “La pantomima de las estructuras”.- Gustavo Stiglitz*

El docente comenzó indicando que el lenguaje esta sobredeterminado. Y hay una inadecuación radical del ser que habla. Se refirió a la conducta como una respuesta a ciertas preguntas, la verdad que aparece ahí en su estructura de ficción. La teoría de las ficciones está formada por ilusiones necesarias para cernir algo de lo real. Lacan reivindica el lugar de lo real. El semblante como ficción es una construcción simbólico imaginaria que contiene lo real.

Que estatuto para el comportamiento en el psicoanálisis. La pantomima como comportamiento mudo, se presenta como un pensamiento sin palabras en el discurso del sujeto. Pensar la pantomima de las estructuras en su relación estrecha con el fantasma. Las fantasías tratan el vacío y la distancia con el objeto de la satisfacción. Inciden en la formación de síntomas. El síntoma encuentra su material significante en los fantasmas del sujeto. El fantasma como modo de ser. Y el síntoma como estructura del lenguaje. Hay una soldadura entre la conducta como operación activa y la fantasía de autosatisfacción.¿Cómo se produce esa soldadura?  La soldadura con el cuerpo, ubica el objeto. La relación de la fantasía con el síntoma no es simple. En Freud lo bisexual y en Lacan el no hay relación sexual. El fantasma viene a ese lugar de la no relación sexual y el síntoma aparece tbien en ese lugar. La pantomima de las estructuras como puesta en acto del fantasma. La neurosis histérica y la neurosis obsesiva como respuesta a una pregunta fundamental del sujeto. Sobre el sexo en la histeria y sobre la existencia en la obsesión.. La incidencia del síntoma en el fantasma. La representación teatral es el discurso del Otro. El fantasma fundamental es la matriz. Las resistencias del análisis, el inconsciente repite, no resiste. La resistencia del analista, las resistencias imaginarias, la resistencia fundamental. Es importante el concepto de fijación. La inercia presente en el discurso y en el comportamiento mudo del sujeto.

 

  • *- (Psicoanalista AME, EOL y AMP. Psiquiatra

 

  • AREA: Investigación y docencia

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Reseña Clase 4: “El fantasma y el masoquismo”.- Roberto Bertholet

Reseña Clase 4: “El fantasma y el masoquismo”.- Roberto Bertholet

El docente resaltó tres dimensiones articulables dentro del psicoanálisis: clínica, política, epistémica.

Refiere que la enseñanza de Lacan está dividida en tres tiempos:

1° momento del Seminario I al seminario IX: Este dio inicio a partir de la pregunta ¿Cómo se puede alcanzar lo real a partir de lo simbólico? Si lo real es incompatible con el concepto. Así mismo, señala que al igual que Freud, Lacan comenzó su enseñanza a partir del optimismo por lo simbólico.

El docente indica que en este periodo se utilizaron conceptos como enunciado y enunciación; palabra plena y palabra vacía.

Desarrolla el concepto acuñado por Freud de restos sintomático, el cual es algo instalado sin solución. Todo análisis concluye con restos sintomáticos.

En el seminario VI Lacan menciona al fantasma, el cual proviene del imaginario. Es la condición de posibilidad del síntoma y del inconsciente. Realiza el primer movimiento más allá del padre, deja de referirse al síntoma en relación a la metáfora paterna.

2° momento del seminario X a la clase 8 del seminario XX: se modifica la manera de conceptualizar el análisis apuntando a la inercia de lo real que no es permeable a modificaciones.

Se resalta la supremacía del significante: todo puede tomar sentido de significante.

En la clase 8 del seminario 20, describe al semblante como una combinación entre lo imaginario y lo simbólico, un gesto de amor, un modo de tratar lo real del goce, que pone límite con la castración en juego con lo pulsional. Definiendo así al objeto a, como un objeto que es del orden del semblante, el cual está más allá de lo real.

Lacan a partir de la conceptualización de la clínica borromea puntualiza que lo real, lo simbólico y lo imaginario tienen la misma importancia, es la forma de articularse de estos registros lo que va a dar consistencia en la vida del sujeto.

3° momento desde el seminario XX al seminario XXV. Se divide en dos partes: La ultima enseñanza (seminario XX) en la cual se encuentra conmovido el campo del sentido; y La ultimísima enseñanza (seminario XXV), que Miller denominó “El alejamiento de Freud”, describe dos tipos de dimensiones que aparecen en la clínica: sin sentido y fuera de sentido.

Habla acerca del corte como un acto que tiene que ver con el deseo del analista. Este para ser efectivo en lo real que itera, debe quedar un resto, el objeto a como causa de deseo, deseo de seguir analizando.

Área de Librería.

Docente a cargo Roberto Bertholet, analista practicante. Miembro de la EOL y la AMP.

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Reseña Clase 3: “Clínica y Política”.- Fernando Mo

Reseña Clase 3: “Clínica y Política”.- Fernando Mo*

El recorrido de esta clase partió de los desarrollos desplegados por Lacan en el seminario XVII El reverso del Psicoanálisis, específicamente el capítulo III, “El saber, medio de goce”. El docente ubicó allí el pasaje del Cuarto al Quinto Paradigma de Goce, que señala Miller en Los paradigmas del goce situando el carácter binario de la estructura significante (S1-S2). Carácter del que parte Lacan, en el Seminario XI, para definir al sujeto como un “significante que representa a un sujeto para otro significante”. Este aspecto le brinda a la estructura su carácter fallado, en tanto la representación nunca logra ser unívoca ($). Frente a dicha condición, la remisión de un significante a otro para alcanzar la representación brinda a la estructura discursiva del sujeto un carácter circular y repetitivo. Circularidad interrumpida por lo que hace obstáculo a lo simbólico: el goce (a). Antes de un sujeto (que emerge por los efectos de nominación de las redes del significante) lo que se constata entonces es un ser afectado de goce, siendo el carácter fallado de la representación, la causa inicial que enlaza al sujeto con el saber, con los discursos. La repetición y la circularidad significante no involucran sino un plus de gozar para el sujeto, tornándose la relación con los discursos un aparato, un medio de goce. 

En este sitio se deslindan dos cuestiones fundamentales que interesan al discurso analista (en su diferencia con aquellos otros discursos que distingue Lacan: el del Amo, el de la Histérica y el Universitario). La primera se refiere a la inserción de goce que se produce en el sujeto a través de las marcas primeras, fundamentales, aquellos significantes amo que signaron su emergencia. Aquella marca originaria que Lacan designó como rasgo unario, marca de goce, punto de identificación alienante del sujeto con el Otro. Este aspecto brinda a la primera operación constitutiva del sujeto una dimensión política. De ello se goza, y se sufre. La segunda, ligada a lo anterior, refiere a la recuperación de goce, de lo perdido, por medio de la repetición. En este lugar de pérdida se introduce una nueva dimensión del goce, el objeto a, que opera el pasaje de Lacan del concepto al matema como artificio capaz de formalizar este más allá, el plus de gozar que se involucra en la repetición y el punto de imposibilidad que señala la estructura de lo simbólico: un real, lo imposible en juego.

El sujeto importa en el psicoanálisis en su relación con los objetos de goce, capaces de mostrar los puntos de identificación alienantes. La relación del sujeto con los discursos, con el saber, permiten que el objeto funcione pues tanto como pérdida y como ganancia, de goce. Un saber que, en tanto medio de goce, pone al sujeto a trabajar y vela una verdad que por su estructura siempre se muestra a medias, es mediodicha. Allí la posición del analista se ubica en simetría con los objetos del goce, instaurándose como contrapunto del discurso del Amo, como Sujeto Supuesto Saber (SSS). Lo que se espera de un analista es que oriente al sujeto en su relación con el saber hacia la producción de una verdad que sólo puede decirse a medias. La posición del analista tiene que ver entonces con poder incidir en esa relación mortificante que guarda el sujeto con sus identificaciones-amo, en ese plus de goce.

Para finalizar, podría decirse que el arribo a un análisis implica el movimiento que va del goce del Otro en el sujeto a una política del síntoma, donde la dimensión sufriente señala el intersticio, el hiato, por donde la singular diferencia del sujeto puede producir una separación con lo que viene del Otro.

 

*EOL – AMP

Autores: Área de Biblioteca

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Reseña Clase 2: “El goce fálico”.- Inés Contreras, Laura Alcorta y Sabrina Romera.

Reseña Clase 2: “El goce fálico”.- Inés Contreras*, Laura Alcorta y Sabrina Romera.

Reseña:

La clase ronda en torno al primer y segundo paradigma del goce de Miller. Se trata con ellos de abordar la pregunta sobre el sufrimiento psíquico, movimiento que hace Lacan sobre la obra de Freud y que Miller hace sobre  la enseñanza de Lacan.

El primer paradigma concierne a la imaginarización del goce, lo podemos rastrear desde el primer seminario de Lacan hasta el cuarto. Se trata de un goce imaginario que hace de obstáculo, de barrera a la elaboración simbólica, unido al yo en el eje a-‘a. En este punto la cuestión gira en torno a que el sujeto pueda poner en palabras su sufrimiento, una liberación de sentido, de un sentido que se encuentra reprimido, retomando la vía económica de Freud, hay una satisfacción simbólica.

En lo que respecta al complejo de castración inconsciente, podemos decir que tiene la función de nudo, es lo analizable en las estructuras psíquicas. Se advierte allí el punto de una aporía, lo que Freud capta como lo irreductible, en el hecho de que en lo que respecta a la sexualidad no alcanza con la reducción a datos biológicos, por eso la teorización a partir del mito de Edipo. ¿Por qué debe asumir sus atributos a partir de una amenaza? Pues bien, la relación del sujeto con el falo es independiente de lo biológico.

Lacan se sirve de las matemáticas, de conceptos tales como función y ratio. De este último dirá que es un indicador que podemos captar en la experiencia analítica, se trata de la posición inconsciente en cada sujeto. Arribamos así a lo que Lacan despliega en torno a “la pasión por el significante”. Al respecto, la docente abordó el estatuto singular del significante en la obra de Lacan, del que remarcó su condición de vacío, es decir que solo no significa nada, se define por su posición o combinación. En efecto, allí lo que se juega es la condensación y el desplazamiento, la metáfora y la metonimia.

Para Lacan un significante es lo que representa a un sujeto para otro significante. Nos muestra con ello la estructura de la cadena significante, puesto que, dirá Lacan respecto de la significación, no hay relación fija entre significante y significado, sino un proceso, un movimiento. En ella el sentido insiste, pero ninguno de los elementos consiste.

A partir de este recorrido la docente destacó el carácter privilegiado del significante fálico, trazando, a su vez, la distinción entre el significante fálico, como aquello que no se puede nombrar, y la significación fálica, en tanto imaginarización, es decir deslizamiento del deseo. Entramos así en la dimensión de la falta y del deseo.

El falo imaginario, entonces, se localiza en la dimensión de la representación, es decir, de lo que se puede imaginar, fantasear. En esta imaginarización, el significante sufre una degradación, ya que si se lo nombra hay significación fálica (modo de representación de algo deseable). Por su parte, al significante fálico no lo podemos nombrar, se desliza debajo de la cadena significante. En este punto está en relación al deseo. Miller se referirá a la satisfacción pura de la metonimia.

De esta manera, la docente puntuó dos movimientos. Por un lado, el pasaje del significante fálico al falo imaginario, por vía de la degradación significante, esto es, su representación. Por otro lado, hay otro movimiento, el pasaje del falo imaginario al falo simbólico. Lo que Freud situó como la aufhebung. La anulación de la imagen y su elevación significante.     

En esta pasión por el significante se ciñe una nueva dimensión de la condición humana, en la que no sólo es el hombre el que habla, sino que por el hombre ello habla. En este momento el Otro es localizado como tesoro de los significantes. Es por ello que el significante es primario del encuentro con el Otro, en donde el sujeto despierta a un significante y produce significado. Este significante es un elemento material, sin significado, significante puro, lógico no cronológico. Se habla de un Spaltung, hay algo que le pertenece al Otro y lo que se interpreta del deseo del Otro; el qué me quiere.  Así el significante de su deseo el sujeto lo encuentra en aquel a quien dirige la demanda de amor. Aquí el deseo designa una falta, bajo la función de velo, es deseo de deseo.

 

* AP integrante del CID-Santiago del Estero, Miembro de la EOL y la AMP.

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Reseña Clase 1: “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce».- Marita Salgado

Reseña Clase 1: “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce”.- Marita Salgado

La primera clase del Seminario Clínico Anual estuvo a cargo de nuestra Directora Marita Salgado* cuyo título fue “Freud, Lacan: de la satisfacción al goce”. Se realizo bajo la modalidad mixta presencial-virtual en el SUM de la Escuela para la Innovación Educativa UNSE.

La docente realizó un profundo recorrido orientado por la siguiente frase de la conferencia 23 de S. Freud: “por el rodeo a través del inconsciente y de las antiguas fijaciones de la libido ha logrado por fin abrirse paso una satisfacción real aunque extraordinariamente restringida y apenas reconocible ya…”.

Abordó las diferencias en las enseñanzas de ambos autores teniendo en cuenta que Freud abonó su práctica desde la histeria y Lacan desde la psicosis.

Con conceptos tales como libido, sexualidad infantil, pulsión, satisfacción, síntoma, masoquismo nos trazó la ruta seguida por Freud desde sus inicios.

En cuanto a los conceptos de Lacan que iluminó en esta clase, vemos como enlazó el lenguaje con los tres registros RSI destacandolo Real con satisfacción, síntoma, objeto a para ir adentrándonos en el goce.

 

Área de Difusión

*AP de la EOL Y AMP DIRECTORA DEL CID SGO DEL ESTERO

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Seminario Clínico Anual 2022: «Los goces en Freud y Lacan».

Seminario Clínico Anual 2022: "Los goces en Freud y Lacan".

Argumento y Programa SCA. CID  Santiago del Estero 2022

 

Los goces en Freud y Lacan

 

Introducción

Nos proponemos realizar un recorrido por  distintos momentos en la teoría de Freud y la enseñanza de Lacan alrededor del concepto de goce, intentando captar cómo se fue construyendo, qué fue mutando y qué no, y su importancia en la experiencia analítica. Buscaremos también precisar tanto en lo epistémico cómo en lo clínico: qué es el goce fálico, el objeto a plus de goce, el Otro goce en lo femenino y en la psicosis, y cómo se articulan los mismos en el síntoma.

El punto de partida será la satisfacción inconsciente más allá del principio del placer presente en el síntoma captada ya por Freud a principios del siglo pasado, hasta el goce Uno ineliminable del cuerpo vivo con el que se tratará de inventar un “saber hacer”.

Arribando a la última enseñanza de Jacques Lacan nos dejaremos guiar por el faro que J-A. Miller nos da cuando sostiene que “tratándose del goce el punto de partida es el cuerpo y las relaciones del goce con el significante son relaciones de exclusión, es importante entonces prestar atención que éste adquiere su verdadero peso sólo al estar evacuado de ese campo del Otro, de la palabra o sea por estar evacuado de lo simbólico… [1]

 Aun considerando con M. Bassols  que “el goce es lo que más se resiste al saber, aquello sobre lo cual no queremos saber nada de nada, y que si algo constata en la experiencia analítica es que no hay un saber sobre el goce singular de cada sujeto que pueda formularse de manera consciente”[2], apostamos a que este seminario organizado por el CID Santiago del Estero contribuya a la formación de sus participantes en este punto nodal de la praxis psicoanalítica.

 

Proponemos trabajar estos temas en 7 clases durante el año 2022.

Los esperamos!!

 

Eje: El “problema económico” del “bienestar”

 

1° Clase

La constatación freudiana sobre la paradójica relación del sujeto con su sufrimiento en la experiencia cotidiana (fort-da, neurosis traumática de guerra, tratamientos reticentes, el masoquismo, etc.)

Metapsicología: tópica, dinámica y económica. Una economía otra del inconsciente. Del principio del placer y su regulación al más allá.

El malestar en la cultura como signo de la pulsión de muerte (muda, articulada a la pulsión de vida).

El amor al prójimo y las paradojas del goce en Lacan: Ley y deseo.

 

Bibliografía:

Freud, S. “Más allá del principio del placer” en Más allá del principio del placer. Psicología de las masas y análisis del yo”, Tomo XVIII (1920-1922), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 1-42

———— “El yo y el ello” (1923), en El Ello y el Yo y otras obras. Tomo XIX (1923-1925), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp.41-62

————“El problema económico del masoquismo” (1924) en El Ello y el Yo y otras obras. Tomo XIX (1923-1925), Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 161-165

————“Pulsión y destino de pulsión” (1915) en Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre metapsicología y otras obras. Tomo XIV (1914-1916), Obras completas, Amorrortu, Buenos Aires, pp. 105-134

             ————Conferencia sobre el síntoma. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

             ————Escisión del yo en el proceso de defensa. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

             ————Análisis terminable e interminable. Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires

Lacan, J. “El amor al prójimo” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII , Paidós, Buenos Aires, cap. XVI, pp. 223-236

———— “El goce de la transgresión” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII, Paidós, Buenos Aires, cap. XVII, pp. 237-253.

———— “La pulsión de muerte” en La ética del psicoanálisis. Seminario VII, Paidós, Buenos Aires, cap. XVIII, pp.255-269.

 

Eje: Del goce a los goces: goce fálico, plus de gozar.

 

  • 2° clase: Goce fálico.

El falo, cuyo estatuto de imagen ya lo distingue del órgano, es desplazado para privilegiar su estatuto simbólico. “El conjunto de la enseñanza de Lacan de los seminarios 5 y 6 se continúa más allá también y culmina con la demostración general de que la libido misma se inscribe como significante. Lleva tan lejos la significantización del goce que lo muestra equivalente al significado de una cadena significante inconsciente cuyo vocabulario estaría constituido por la pulsión, cosa que (Lacan) lleva a cabo en su sexto seminario y ya está presente en el quinto….Sin dudas es un goce mortificado…tenemos aquí el recorrido del goce a la castración sobre el que se cumple la significantización”[3].

 

Bibliografía

Freud, S. “El chiste y su relación con el inconsciente” en El chiste y su relación con el inconsciente, Tomo VIII (1905), Obras Completas, Amorrortu, pp. 113-133

Lacan J. “Las máscaras del síntoma” en Las formaciones del inconsciente. Seminario V, Paidós, cap. XVIII, pp. 327-342

———-La significación del falo. Escritos2, pág. 665 Décimo cuarta edición 1987. Ed Siglo XXI.

 Miller, J.A. “Los paradigmas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIII. Paidós, 2003, pp. 221-240

————– “Las migajas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIV. Paidós, 2003, pp. 241-259

 

  • 3° clase: Plus de goce.

La repetición que se funda en un retorno del goce: en el seminario el Reverso del Psicoanálisis, J. Lacan pone el acento en el significante como marca de goce, se puede decir que el significante amo conmemora una irrupción de goce y al mismo tiempo introduce una pérdida de vida y produce como suplementos los objetos de la pulsión. Entonces el goce se introduce aquí como objeto a plus de goce que es un suplemento de su pérdida. Además, se sustituye discretamente al sujeto por el cuerpo vivo, el cuerpo sexuado[4].

 

Distinción entre los 2 estatutos del significante del goce: – fi (como significación) y fi (como significante)[5].

Objeto a plus de gozar: ganancia de placer. Su equivalente con la plusvalía en los modos de producción en Marx. Las formaciones del inconsciente. El goce discursivo. Saber, medio de goce. Verdad, hermana del goce. De la producción de discursos a la experiencia analítica.

 

Bibliografía:

———– “Saber, medio de goce” en El reverso del psicoanálisis. Seminario XVII, cap. III, pp. 41-56

———–“Verdad, hermana del goce” en El reverso del psicoanálisis. Seminario XVII, Cap III, pp. 57-72

          

             Miller, J.A. “Los paradigmas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIII. Paidós, 2003, pp. 221-240 (4°y 5° paradigma: El goce fragmentado y el goce discursivo)

————— “Las migajas del goce” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XIV. Paidós, 2003, pp. 241-259

———– “Cosas de finura en psicoanálisis XVIII”, Curso del miércoles 20 de mayo de 2009, disponible en: http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008/09_06_03.html

 

Eje: Síntoma, goce y fantasma

  • 4° clase: El fantasma del sujeto.

Adhesividad del sujeto a su goce enfermo. El objeto como destruido por la acción simbólica. Reacción terapéutica negativa. El fantasma como terapéutico. Insistencia significante, inercia imaginaria. El fort-Da como uso de goce.

Bibliografía:

Freud, S. El problema económico del masoquismo (1924), Tomo 3, Bibl. Nueva

Miller, J. A. Del síntoma al fantasma. Y retorno. Cap El fantasma del sujeto.  Paidós, 2018.   

 

  • 5° clase: La pantomima de las estructuras.

 Fantasma fundamental. Resistencia del fantasma. Resistencia imaginaria. La abstinencia del analista. El fantasma como protección del deseo del Otro. Goce, fantasma, juego y arte. El síntoma como acumulación de fantasmas. Representación mímica del fantasma. No  hay síntoma sin fantasma. síntoma: lenguaje; fantasma: imaginario. Estadio del espejo como matriz del fantasma. Relación síntoma-fantasma. Freud: síntoma histérico y fantasma

Bibliografía:

Miller, J. A. Del síntoma al fantasma. Y retorno, cap, pantomima de las estructuras.  Paidós, 2018

Generalidades del ataque histérico, 1908. Tomo 2. Bibl. Nueva

 Freud, S.  Fantasías histéricas y su relación con la sexualidad,1908. Tomo 2. Bibl. Nueva

 

Eje: El Otro goce

  • 6° clase: Goce femenino, goce místico y goce en la psicosis.

El goce como tal es el goce Uno. En este momento de la enseñanza el punto de partida es Hay (Hay goce). Esta perspectiva no parte de la comunicación sino del goce y de que éste afecta solamente al cuerpo vivo, implica una disyunción entre el goce y el Otro.

¿Cuáles son las figuras del goce Uno?

La construcción mencionada vuelve en extremo problemático el goce del Otro, de cuya existencia se duda. En todo caso, si existe – y esto es lo esencial- no es del mismo nivel que el goce Uno, que es real.

En esta perspectiva el goce del Otro es sexual, es el goce de otro cuerpo, sexuado de otro modo. El Otro es el otro sexo; es decir que al comienzo el goce Uno, solitario, es profundamente asexuado.

¿A qué nos referimos entonces cuando decimos goce del Otro y al goce femenino?

Bibliografía:

Lacan, J. “Breves comentarios al margen” en La ética del psicoanálisis, Seminario VII, cap. X, pp. 161-174

———– El Seminario de Jacques Lacan: libro 20: Aún. Cap.V, VI, VII y IX. Ed. Paidós. 1° edición, 7ma re impresión

———– El Seminario de Jacques Lacan: libro 20: Aún. Cap., II y X. Ed. Paidós. 1° edición, 7ma re impresión.

Miller, J. “El primado de la práctica” en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XV,              Paidós, 2003, pp. 261-276

———–“Cosas de finura en psicoanálisis XIX”, curso del miércoles 3 de junio de 2009, disponible en http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/jam/curso/2008/09_06_03.html

Miller,J. -“Introducción”. La Psicosis ordinarias. Editorial Paidós

————-“Efecto retorno en las psicosis ordinarias”

Bassols, M. Lo femenino entre centro y ausencia. Cap. I y II. Ed Grama.

 

  • 7° Clase: Sinthome

Del síntoma al sinthome

De la satisfacción del síntoma al saber hacer con el sinthoma

El sinthome como cuarto nudo

Bibliografía:

Miller, J. “Clínica del sinthome”. Cap. V. Sutilezas Analíticas. Ed. Paidós.2010

————Seminario El ser y el Uno. Inédito.

Schejtman, F. Ensayos de Clínica Psicoanalítica Nodal. Cap. II. Ed. Grama. 2013.

[1] Miller, Jacques-Alan, La teoría de los goces., en Recorrido de Lacan.1986. Ed. Manantial, p.150-153

 

[2] Miquel Bassols.2018

[3] Miller, J.A. La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Cap. XIII Los paradigmas del goce, 2° paradigma La significantización del goce, pág. 228, 229. Ed Paidós 2003

[4]Idem. Cap XIV Las migajas del goce,  Pag 242-243

[5]Idem Pág. 250

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Reseña Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti

Reseña Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti*

Seminario teórico-clínico 2021 “Entre el Uno y el Otro: el amor”. Clase 4: “Lo que ellas saben”.- Roxana Chiatti

 

La docente inicia la clase haciendo referencia al título de la misma: Lo que ellas saben,  el que podría tomarse en las perspectivas de ironía o de pregunta. ¿Qué saben ellas? Las que tienen relación con el no todo.

Ubica la propuesta de J. Lacan en el cap. VII del Seminario XX centrada en la construcción del Uno solo,   que abre la perspectiva a su última enseñanza. S1 solo al que el saber no le hace mella. S1 solo, desprovisto del sentido.  El saber del que se trata es el del goce. El camino de lo que hay.  No hay relación sexual,  hay goce,  tal como lo enuncia el primer capítulo.

Retoma una pregunta fundamental de Lacan en el cap. VI acerca del goce del cuerpo ¿El goce del cuerpo, si no hay relación sexual, para qué puede servir?  El goce del cuerpo como un real sin ley, se impone al sujeto como su mayor desafío subjetivo. No es posible controlarlo, comandarlo, no hay ese saber, es opaco el sentido. Frente a ese goce del cuerpo al sujeto le queda: defenderse o consentir a experimentarlo.   Lacan formuló que las estructuras; neurosis,  psicosis y perversión se sustentan como tres modos de defensa contra ese goce real del cuerpo. Mientras que consentir a experimentarlo, consistiría en sumergirse en una zona donde fácilmente se pierden las referencias simbólicas e imaginarias, sin representación. Lo que angustia al sujeto como si se perdiera a si mismo;  pierde el eje donde alguien se nombra yo, se pierde el control de decidir, porque se está dominado por impulsos gozosos.

Sitúa  ejes de las fórmulas de la sexuacion: Del lado hombre, específica siguiendo a Lacan,  no existe posibilidad de que goce del cuerpo de la mujer, a menos que haya castración, un límite, algo que dice no a la función fálica. Esta impide que la desee como objeto a, causa de su deseo. Solo así puede el hombre abordar a la mujer, como objeto a causa de su deseo.

Mientras que del lado mujer, La /  tachada, es no toda, si bien están excluidas del todo, no hacen conjunto, pero hay las mujeres en plural, una por una.

Al sintagma de que la mujer no existe, propone que hay un goce que es suplementario, un goce de más, adicional. Eso no implica que las mujeres no se atengan al goce fálico, ya que no aguantan ser no todas, el falo no le es indiferente, pero cada posición tiene distintos modos de abordarlo. Entonces la mujer está de lleno en la función fálica, pero hay algo de más. Un goce del cuerpo que está más allá del falo, no se cierne a esa localización del goce del falo, es otro. Hay un goce,   suyo del que nada sabe, solo que lo siente. Nada sabe porque no hay el  significante de  la mujer que la represente. Hay el goce opaco al sentido  Solo  sabe que lo siente cuando ocurre. ¿De qué estatuto sería ese saber?

La idea de este goce del que nada se sabe, Lacan la toma de los místicos.

Lacan   hace referencia en este Seminario a las posiciones de los Estoicos y Epicureos, critica el modo de la moral epicúrea, de estar siempre en el justo medio, a distancia de las pasiones y de los excesos, y dirá que el psicoanalista no puede sostener esta posición.

En el Seminario “Aún” aborda la temática de las pasiones místicas como éxtasis. Otro goce y su irrupción. La pasión y el éxtasis  están del mismo lado, en relación con el Otro como tal, radicalmente diferente. Goce fundamental de la posición femenina que viene a perturbar el equilibrio. Un goce centrado en lo real, opuesto al romanticismo No es del lado del amor sublime. Es testimonio de  hay goce, no solo de lo perdido., sino de lamentarse de no volver a encontrar las mismas sensaciones, presencia fuera de toda representación del órgano adecuado, Para Lacan consta como el Otro goce. En este sentido se ubica este Seminario XX como reescritura de una ética definida a partir de una experiencia del cuerpo, que no es la pasión narcisista autoerótica, es otra.

Las tablas de la sexuacion indican como algo que resulta imposible de escribirse,  lo femenino,   pueda tener una existencia inconsciente. Hay escritura solo de la libido masculina o del goce fálico,  el goce femenino permanece  ignorado.

Del lado del uno, lado hombre: función paterna. Límite al todo por la castración. Se lee, hay al menos uno que no está castrado, aunque todos los seres que hablan se inscriben allí.

Quien se inscriba  del otro lado,  vetará el todo.  Vetará el universal. Lado derecho, lado femenino,  Allí la orientación es lo singular. Hay de ese lado, algo que nunca podrá decirse porque escapa al discurso, eso nos lo subraya ese matema del S de A barrado / La tachado, S de A/ barrado,  límite en el decir, agujero en lo simbólico, lo femenino queda ignorado.

La mujer es radicalmente Otra, ella que no existe, nunca deja de ser el Otro, en tanto que hay algo que nunca podrá decirse, por eso su pata en el S (A)/

Matema lacaniano: la relación sexual no existe, y cada quien se inventa un semblante para abordar lo sexual, un modo de hacerla existir velándola. Cada uno se inventa su modo de hacer con la sexualidad.

 ¿Qué función tiene el amor en este asunto?

Entre otros aspectos destacados al final de su recorrido la docente nos deja precisiones sobre el amor al término de un análisis, momento en el cual el Otro inexiste, inconsiste, cae, y descubrimos que en ese lugar está el a, un pequeño a, un vacío. Dice Lacan que desde allí, desde ese vacío, se habla de amor, desde allí algo puede inscribirse. Señalando que en el discurso analítico lo único que hacemos es hablar de amor, lo que quiere decir que este discurso apunta a ese consentimiento, a producir ese agujero. Entonces eso es hablar de amor, porque el amor se dice, intenta decirse, con palabras, con canciones, con cartas de amor, mostrando que la verdadera cuestión que ubica el amor no se sitúa en el narcisismo, sino en lo real, indecible, que va al encuentro del sujeto, y la carta de amor intenta evocar. Son las palabras de amor que apunta a decir lo que no puede decirse.

 

                                                                               Área de Investigación y Docencia

*AP. Miembro de E.O.L y A.M.P

Adherente del C.I.E.C

Licenciada en Psicología

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Reseña Clase 2: “¿Qué se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”.- Inés Contreras y Teresita Ruiz

Reseña Clase 2: “¿Qué se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”.- Inés Contreras y Teresita Ruiz

Seminario teórico-clínico 2021 “Entre el Uno y el Otro: el amor”. Clase 2 “¿Qué  se escucha y qué se lee en psicoanálisis?”. CID Sgo del Estero.

Docentes a cargo: Inés Contreras y Teresita Ruiz (Integrantes del CID Sgo. del  Estero – Miembros de la EOL y AMP).

Aportes: Gabriela Maidana (Integrante del CID Sgo del Estero)

La docente Gabriela Maidana inicia nominando a este trabajo: “El viraje  lacaniano”, precisando que la idea del mismo es ubicar el interés de Jacques  Lacan por la palabra, de la que se ocupó a lo largo de su enseñanza y a la que  abordó desde la lingüística, la lógica y finalmente, la topología. Comenzó  precisando que desde sus primeros escritos, Lacan se esfuerza por lograr una  articulación necesaria entre palabra y escritura, la cual nos enseña que la palabra  es primera en relación a la escritura y requiere de la escritura, porque con la  escritura se fija un goce. 

Nos orientó, entonces, sobre el estatuto de la palabra en la enseñanza de Lacan,  a partir de lo que se llamó “la escucha analítica”. La cual es ubicada por la  docente como aquello que va mucho más allá de una escucha, pues implica la  interpretación a la luz de la experiencia. 

Nos recuerda que “el viraje lacaniano”, cuya nominación fue realizada por  Jacques- Alain Miller para referirse al movimiento en la enseñanza de Lacan, va  desde la palabra plena de sentido a la palabra como efecto de escritura. Ubica  allí que la primera enseñanza de Lacan sitúa la subordinación del goce al  primado del lenguaje, a la estructura del lenguaje. Entendiendo que en este  movimiento Lacan opone el eje imaginario al eje simbólico, que va del Otro al  sujeto. Esta operación de Lacan consistió en partir de la herencia freudiana,  centrándose en primer lugar en separar el desciframiento del inconsciente de las  pulsiones. Este primer movimiento pivotea, entonces, sobre la separación,  comprendiendo a las pulsiones, a la satisfacción pulsional, al goce, al yo, al  estadio del espejo, al narcicismo como aquello que forma parte de lo imaginario.  Y en torno a la estructura del lenguaje precisa el lugar de lo simbólico, lugar en

el que el sujeto se relaciona con el Otro vía la intersubjetividad y en donde se  tejen todas las relaciones posibilitadoras de la constitución de los ideales.

La docente Inés Contreras comenzó precisando la función de lo escrito. Así ubicó  que en el discurso analítico, no se trata de otra cosa sino de lo que se lee. No se  trata con él de un leer sencillamente, sino de leer una letra. Es decir que aquello  que se lee no está a nivel del yo, sino en función de una marca.

Con ella se introduce el sentido de lalangue, que es la singularidad de cada  quien, concierne, va a decir, a un goce primario. El inconsciente está hecho de  lalangue, es su materialidad, su sustancia. En un primer tiempo, entonces, se trata del goce primario y en un segundo tiempo el lenguaje y el lazo al Otro.

Se trata de un enjambre de S1 que produce un goce inaugural que marca el  cuerpo. Ahora bien, ¿cómo se articula la lalangue y el S1? De este enjambre  zumbante de S1 uno de ellos -no cualquiera- se recorta, alza vuelo y a partir de  esa extracción deviene la cadena de significantes, los S2. Ese Uno que se  extrae, el “hay Uno”, se escribe como una letra, no es cualquiera ya que algo de  la contingencia viene a escribirse en el cuerpo, una letra.

En el seminario 17, Lacan separa la función del S1, que porta en sí mismo un  goce, y el S2 que es el significante del saber. Este aparato de lenguaje funciona  en la tramitación del goce del S1, mediante un desplazamiento de los  significantes hacia el S2 y, por último, esta tramitación y distribución son  designadas como una habilidad: un saber hacer con lalangue. Es por esto que  el aparato del lenguaje, la palabra no es solo vehículo de comunicación sino de  goce.

Se trata de discernir lo que estas letras introducen en la función significante. Lo  escrito no pertenece en absoluto al registro del significante. Pues este cobra  relieve cuando lo que se oye no tiene relación. Lo que hay que leer es un  significante particular, singular, sin relación a lo que significa.

Hay una estrecha relación entre letra y escritura, comparten ambas la falta de  sentido. Lacan plantea así a la letra como lo que uno lee y a la escritura como  un hacer, que no está para ser leído. Entonces, la condición de lo escrito se  sustenta de un discurso, la letra es leída en el discurso analítico.

En este punto toma la palabra Teresita Ruiz, quien comenzó refiriéndose al Otro  sexo, distinguiendo que en la sexuación hay dos modos de gozar: un goce  referido a falo (macho) y otro no referido al falo (hembra). El Otro sexo es otro  modo de gozar. Es decir que Otro refiere así a un modo de gozar. 

Planteó, entonces, que el Seminario 20 se funda en la no relación, disyunción  del significante, el significado, el Otro, Hombre y mujer. La no relación toma de  la matemática la función. La matemática habla de una relación de proporción.  Aparece aquí la referencia al número de oro de Pitágoras, que sostiene que hay  una proporción que existe en la naturaleza. Sin embargo, este no está presente  en el ser humano, no hay programa, proporción, en la relación hombre-mujer.

Ante la pregunta ¿Qué es lo que permite hacer lazo? la docente dirá que el amor  permite hacer lazo, del Uno al Otro. Retoma la frase de Lacan “el goce del Otro,  del cuerpo del otro que lo simboliza, no es signo de amor” para decir que el goce  del Otro no es signo de amor, sino que el amor orienta a pasar por el Otro. Aquí  ya no es un velo, sino que enlaza la pulsión al Otro.

Dirá que en el partenaire síntoma se trata de una condición autoerótica: no hay  Otro, hay goce, goce del Uno. Entonces aquí el amor tiene una función inédita,  enlazar el goce con el Otro.

Se prosiguió luego a trabajar con el Testimonio de Mauricio Tarrab, “el soplo” a  partir del cual se planteó que lo que le interesa al psicoanálisis es interrogar los  efectos de goce, del significante en el cuerpo. Se trata del encuentro del  significante con el cuerpo, en su dimensión real que no se reduce al objeto. No  es el significante sino más bien lalangue, la letra. 

En cuanto a la definición de inconsciente como aquel que se encuentra  estructurado como un lenguaje, la docente refirió que el lenguaje es causa de  goce. Aquí le suma: son como letras, en el inconsciente no está sólo la palabra  y sus articulaciones, sino que se trata de letras sueltas. 

Equipo de Publicaciones

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