Algunas notas sobre el significante en Freud.- Francisco Ruiz*
Hay una línea de trabajo acerca del síntoma y en general acerca de las formaciones del inconsciente. En los historiales clínicos, los primeros casos publicados, se puede observar fácilmente. Freud mismo reconoce allí que va descubriendo esa línea de trabajo que le permite establecer una práctica y una terapéutica desde ese lugar. Esta línea de trabajo es la referida al significante.
Freud dice en varios lugares que los síntomas representan la actividad sexual de los enfermos, son representaciones disfrazadas de fantasías cuyo contenido es una situación sexual. En otro lugar habla de que los ataques histéricos son fantasías traducidas en actos motores (fantasías inconscientes). También va decir que en estos ataques la representación mímica y el acto motor han sufrido una deformación por la censura, mecanismo equivalente al sueño. En Vías de formación de síntomas, 1915, habla de- «forma expresiva transaccional» (1). Aquí el síntoma es «un producto deformado de una realización de deseos libidinosos». Freud dice, entonces, que síntoma y sueño son equivalentes en cuanto a su formación y mecanismo. Y también dice Freud que síntoma – sueño son equivalentes a las lenguas antiguas.
Vemos hasta aquí, que cuando dice que los síntomas son representaciones, está diciendo que un síntoma pertenece a un orden distinto al congénito o al hereditario. Pertenece al orden del lenguaje. Puede ser una imagen, una palabra, o bien una escena que el paciente debe relatar. En Lacan será del orden significante.
Es muy interesante cuando Freud, en El doble sentido antitético de las palabras primitivas, de 1910, plantea que los elementos del sueño se combinan de la misma forma en que las lenguas antiguas, las que ya no se usan en la actualidad, se formaban, se empleaban al hablar, y de esta forma evolucionaban. Esta forma de evolución, tanto del sueño, como de las lenguas antiguas y del síntoma es la comparación por antítesis. Freud emplea también el término «metátesis», que es el cambio de sonidos en una misma palabra, por ejemplo, alimaña – animalia, o cambio en la escritura, pero sin cambiar su significado. Estos fenómenos de lenguaje, dice Freud, son los mismos que se encuentran en la elaboración onírica: «Recordamos los aficionados que son los niños a invertir en sus juegos las palabras, y cuan frecuentemente emplea la elaboración onírica la inversión de su material de representación para diversos fines». (2)
En otro artículo que se llama El significado de la aliteración de las vocales, de 1911, Freud dice que en la antigüedad el Nombre de Dios no se podría nombrar ni escribir (3). Por eso se pronuncia, al modo de una sustitución, el nombre de Jehová (que tiene las mismas vocales que «señor»). En la biblia dice: “No dirás el nombre de YHWH tu Dios en vano”. YHWH fue reemplazada por otras palabras. También dice: «No usarás a la ligera el Nombre de יהוה tu Elohim, porque יהוה no dejará sin castigo a alguien que use Su Nombre a la ligera».
Me parece que lo que Freud está trabajando ahí es la propiedad de las palabras de poder ser sustituidas por otras, y sobre todo que hay palabras que son suprimidas, elididas, como enterradas. En psicoanálisis podemos decir que sufren la acción de la «represión». Freud siempre está interesado en la ciencia del lenguaje y en la cuestión de las palabras. En Múltiple interés del psicoanálisis, de 1913, tiene un apartado dedicado al interés filológico del psicoanálisis, es decir a las ciencias del lenguaje. Dice ahí que «las interpretaciones del psicoanálisis son en primer lugar traducciones». (4)
En El doble sentido antitético de las palabras primitivas, desarrolla Freud el hecho de que en la antigüedad hay palabras que tienen dos significados distintos, por ejemplo, una sola palabra puede significar «débil» y a la vez «fuerte», o bien «luz» y «oscuridad». ALTUS por ejemplo puede significar «bass», bueno, y «bad», malo. Hay otras palabras que pueden ser compuestas de significados distintos, o sea una palabra puede estar formada por dos significados distintos, por ejemplo, «viejojoven», «lejoscerca». Hay otras palabras que con sólo cambiar una vocal pasan a significar lo contrario a la primera, por ejemplo «ken» fuerte, «kan» débil. Freud se interesa en esto porque lo que está presente aquí, en esta evolución de las palabras, esta formación de las palabras por antítesis o metátesis, esta formación por transposición de sonidos y fonemas, es lo mismo que se encuentran en la producción del sueño y del síntoma.
A mi entender, Freud se interesa por estos temas porque está interesado en las formaciones del inconsciente como fenómenos de lenguaje, y en el sujeto que habla como hablado por el lenguaje. Conocemos el célebre enunciado de Freud «el yo no es dueño de su propia casa», porque esa casa para Heidegger por ejemplo es el lenguaje, nuestra morada. Siempre está presente en Freud el debate sobre lo biológico, lo hereditario, lo congénito en la etiología de la neurosis. Cuál es el origen de un ataque histérico, ¿Es predisposición genética, hereditaria, o bien una verdad sexual y psíquica, una verdad que ha caído bajo la acción de la censura, del olvido, de la represión? Freud no evita este debate, pero se inclina a afirmar que en base a su experiencia los síntomas desaparecían cuando el paciente lograba cierto relato de sucesos olvidados, y de reintegrar a la conciencia un recuerdo que había sido expulsado de la misma, o sea, cuando la palabra se producía.
Además, la comprensión de las formaciones del inconsciente como formaciones de lenguaje, supone la entrada en análisis, la entrada al dispositivo analítico.
Luego tenemos que diferenciar «palabra» de «significante». Podríamos decir que Freud extrae de las palabras del paciente algunos significantes. Una palabra se convierte en significante cuando este significante implica al sujeto y lo sorprende. Recordemos que este significante ha quedado expulsado de la cadena asociativa, y el análisis produce su reintegración.
Notas.
- Freud: Vías de formación de síntomas, en Lecciones introductorias al psicoanálisis, 1915. ed. Bl. Nueva, T2. pág 2347
- Freud: El doble sentido antitético de las palabras, 1910. Ed. Bibl nueva. T2. Pág 1623
- Freud: El significado de la aliteracion de las vocales, 1911, T2, Pág, 1643
- Freud:Múltiple interés del psicoanálisis, 1913, T2, pág. 1858
*Integrante del CID Sgo. Del Estero
Ciudalitica | 2018
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