Grupo de investigación Cine y psicoanálisis.

Grupo de investigación Cine y psicoanálisis.

Este año 2025, el Grupo de Investigación de Cine y Psicoanálisis realizará el Ciclo denominado « Un retorno al origen» que se elaboró en relación al Seminario Clínico Anual “Los escritos técnicos de Freud leídos desde Lacan”.

En este Seminario Lacan plantea que el pensamiento de Freud es un pensamiento abierto a revisión, que cada palabra posee en él vida propia. Es un pensamiento vivo. Freud con el psicoanálisis inventó un modo de escuchar, un lazo. Lacan lo que plantea en este seminario es retornar a la lectura de los textos de Freud y ello lo condujo a un re-descubrimiento del psicoanálisis.

En la época actual nos encontramos con una multiplicidad de discursos que nos ofrecen la felicidad y el éxito inmediato siguiendo determinadas coordenadas, en las que se pondera el ser asertivo y racional para poder triunfar en la vida; discursos que encasillan, que miden que controlan, que proponen tips para no fallar, que reniegan de la existencia del inconsciente.

Es este el desafío que hoy nos atraviesa y nos causa como practicantes del psicoanálisis, en oponer resistencia desde el discurso psicoanalítico que va a contramano de los discursos imperantes de la época, porque lejos de dar soluciones eficaces e inmediatas nos confronta con lo que no marcha, con lo que trastabilla; con aquello que nos toma por sorpresa, con lo inesperado. De este modo nos   advierte, que detrás de las maneras en las que la gente habita los lazos, hay otro mundo, el del inconsciente, las pulsiones y el goce.

Lacan denominó lo in-mundo, a eso que subyace, lo que queda por debajo y que se manifiesta en sueños, lapsus, chistes, olvidos, actos fallidos, son las formaciones del inconsciente que Freud descubrió y que nos indican que es justamente allí, cuando emerge el sujeto. El momento de la implicación subjetiva es cuando el sujeto comienza a interrogarse sobre su padecimiento, cuando surge su rasgo singular, sus marcas que irán cobrando un sentido único a partir del encuentro con un analista.

El valor de la enseñanza de Lacan es justamente el re-descubrimiento de la obra freudiana recuperando el valor del equívoco, de la hiancia, del sin-sentido que cuestionan y rompen con el sentido cerrado de los discursos actuales.

Se habla del cine como el séptimo arte y a las películas como un espejo de la realidad; partiendo de esta premisa la tarea del Grupo de Cine y Psicoanálisis consiste en considerar a los diferentes films como un discurso, el cinematográfico, a modo de material para ser analizado desde el discurso psicoanalítico. Desde esta perspectiva se seleccionarán películas que reflejan diversas coyunturas de la temática que nos convoca este año.

Los invitamos a los/las interesado/as en el cine y/o el psicoanálisis a unirse al Grupo, que realiza sus actividades los días jueves a las 20hs.

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Entrevista a José Vidal: ¿Cuál es el éxito del psicoanálisis, hoy?

Entrevista a Susana Amado: De las nominaciones a lo que nombra la falla

Entrevista a Susana Amado: De las nominaciones a lo que nombra la falla.

 

– Hoy los sujetos vienen a consulta muchas veces con las nominaciones dadas por el Otro, en relación a esto ¿Con qué trabaja el psicoanálisis? ¿Cómo opera?

Susana Amado: Los sujetos vienen con la nominación de  “ataques de pánico”, “Yo tengo soledad”, “depresión”, es decir, que son todos los nombres que quizás, las psicoterapias plantean incluso a través  de los medios y redes sociales. Yo creo que es necesario ser pragmático como señala Miller, pero también no olvidar que el psicoanálisis  trabaja  sobre la singularidad, esa es su Orientación: El caso por caso y esperar que el síntoma se despliegue, cosa que no es tan fácil hoy lograr que un síntoma se despliegue. Se trata entonces de localizar el síntoma, es decir, que mucho más que la nominación con la que viene, es localizar cuál es el síntoma, en donde está la falla, no tanto el nombre de lo que trae sino en donde esta eso que nombre la falla. Y eso no se puede lograr en el análisis sino es a través del caso por caso, teniendo en cuenta la singularidad de cada sujeto. No es una tarea fácil actualmente porque la psicoterapia triunfa, a través de la despatologización, la ciencia provee un nombre para la clínica contemporánea. El psicoanálisis tiene que lograr de alguna manera que ese síntoma aparezca no siempre es fácil porque al mismo tiempo hay una urgencia subjetiva , de resolver los casos muy rápidamente, que es lo que ofrecen a veces las terapias cortas o las referencias a las prepagas o tratamientos acotados, es difícil localizar el síntoma, pero apacigua la palabra apacigua, y nosotros trabajamos con la palabra.

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Entrevista Marita Salgado: «Afecttio Societatis»

Entrevista a Marita Salgado: "Afecttio societatis"

 

Entrevistamos a Marita Salgado, Directora de nuestro CID, Miembro de la EOL – AMP, con motivo de su visita a la provincia para la segunda clase del Seminario Clínico Anual 2023.

En esta oportunidad, le preguntamos acerca del afecttio societatis, y esto fue lo que nos compartió.

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Lo que el cine nos enseña de los discursos. Acerca del film «Good Luck to you, Leo Grande».

Lo que el cine nos enseña de los discursos. Acerca del film "Good Luck to you, Leo Grande".

 

En el Seminario XVII Lacan con el desarrollo de los cuatro discursos intenta de algún modo advertirnos que detrás de las maneras en las que la gente habita los lazos, hay otro mundo, el del inconsciente, las pulsiones, el goce. Denominará la  histerización del discurso, al momento en que se produce el pasaje del Yo al Sujeto.

En Psicoanálisis se llama sujeto a lo que un Significante hace presente para otro Significante. Significante que no sólo vehiculiza al sujeto barrado sino también al goce como objeto perdido.

Esta noción de sujeto es crucial para el Psicoanálisis puesto que el sujeto surge cuando hay algo que comienza a trastabillar, que no marcha, es allí cuando emerge la angustia;  la barradura tiene que ver con la imposibilidad, Lacan dirá que el sujeto está embarazado.

 El momento de la implicación subjetiva es justamente cuando comienza a interrogarse sobre su padecimiento, hay un estremecimiento de las identificaciones a las que se encontraba alienado, es allí cuando se produce el pasaje del yo dando lugar al surgimiento del sujeto del inconsciente.

En la época actual en la que el discurso dominante es el capitalista, de la mano con el avance vertiginoso del discurso científico y tecnológico, se promueve una multiplicación de objetos que cumplen la función de velar la falta estructural del sujeto, creando la ilusión de que es posible alcanzar la felicidad y el éxito, renegando así de la existencia del inconsciente.

Bibliografía:

  • I. Producción de los cuatro discursos.
  • II. El amo y la histérica.
  • III. Saber, medio de goce
  • Cap IV. Verdad, hermana de goce.
  • V. El campo lacaniano.

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Notas polifónicas en torno a la relación Psicoanálisis y Política: lo femenino en cuestión.

Notas polifónicas en torno a la relación Psicoanálisis y Política: lo femenino en cuestión.

Notas polifónicas en torno a la relación Psicoanálisis y Política: lo femenino en cuestión*

Por el Grupo de lectura Psicoanálisis y Política 2019**

Este espacio de lectura y formación del Centro de Investigación y Docencia de Santiago del Estero se propone explorar los cruces y los puntos de contacto que atraviesan al psicoanálisis en su relación con otros discursos. Este fructífero diálogo que, a lo largo de las obras de Freud a Lacan, el psicoanálisis ha entablado con el pensamiento intelectual, estético y filosófico-político ha permitido a través de diferentes artificios esclarecer su orientación ética tanto en su práctica como en su transmisión. Es justamente su conjunción con otros discursos (señalado a través del y que aquí articulamos al término política), que el psicoanálisis se nutre en su doble dimensión: esto es, intensiva, orientada a la formación del analista, y extensiva, haciéndose presente en la cultura de cada época.

En relación a esta primera cuestión, fue posible aislar ciertas puntas puestas a trabajar singularmente pero también en común sobre la relación entre la política del psicoanálisis y el deseo del analista. Compartimos a continuación algunos trazos desplegados a partir de la lectura de Miller en “El banquete de los analistas” (cap. 1 y 2) en el marco de nuestras reuniones durante 2018-19:

El concepto de “deseo del analista” surge siempre que se interroga la especificidad de la práctica psicoanalítica y los límites de su campo.

El deseo del analista marca una orientación para la clínica, justamente sirve para orientar a una clínica tan particular que no se permite tener por principio ni por finalidad ningún tipo de ideal, sea este humanitario, terapéutico, institucional, asistencial, etc. A esta perspectiva del deseo del analista como orientación clínica Lacan la llamaba política del psicoanalista, en tanto que sirve de soporte para la transferencia (estrategia) y la interpretación (táctica). Sin entrar demasiado en detalles, puede decirse que le permite al analista ubicarse en la transferencia por una vía distinta a la de ejercer un poder, y posibilita que la interpretación del analista emerja como enunciado sin enunciación, es decir, que dicha interpretación no se tiña de la subjetividad misma del analista. Por lo tanto, la política del psicoanálisis que orienta la clínica, vincula el concepto de deseo del analista con la abstinencia del analista (falta en ser, destitución subjetiva). En otras palabras, es lo que permite la extensión del psicoanálisis, abrir la orientación psicoanalítica a prácticas diversas, pero sin atentar contra su especificidad.

La otra cara de este concepto de deseo del analista es la de la intensión. La intensión, según Miller, tiene que ver con los “requisitos” para ser psicoanalista y por lo tanto los límites de este campo. Aquí el deseo del analista aparece como el producto de una trayectoria por la experiencia analítica que se caracteriza por el pasaje de analizante a analista, lo que Miller llama “carrera analítica”. Este pasaje que se expresa como deseo del analista a su vez cuenta con una instancia de “certificación oficial” denominada pase (“consentimiento de los especialistas”).

Miller afirma (siguiendo a Lacan) que a medida que crece la extensión, decrece la intensión. En su momento Lacan apostó por la extensión, incluyó a los no analistas en su escuela; también Miller desarrolló en esta misma línea la idea del psicoanálisis aplicado como forma de orientar la práctica en dispositivos que no son el psicoanalítico. Con este movimiento, por lo tanto, la cuestión de la intensión queda cada vez más desdibujada y por lo tanto el concepto del deseo del analista, concebido como producto, fin o “título” se vuelve menos consistente. Sin embargo, apostar por reafirmar el deseo del analista en su vertiente de intensión puede conducir al problema del aislamiento o “extraterritorialidad” del psicoanálisis.

En este punto es que la conjunción enunciada como psicoanálisis y política asume relevancia. En la medida en que el deseo de trabajo del analista se sostiene y adviene a partir de su lazo con la comunidad analítica, pero asimismo de su cultura y época. Ambos, tensan las coordenadas del dialogo que el psicoanálisis mantiene con otros discursos y sus efectos de incidencia. 

Al respecto y siguiendo a Freud, quien en “Psicología de las masas y análisis del yo” advierte que “toda psicología individual es simultáneamente psicología social”, podemos decir que el psicoanálisis tiene algo que decir frente a las problemáticas actuales, al interpelarlo al modo de un síntoma social, aportando a los debates que los mismos suscitan. Por ello, para el trabajo del primer semestre del corriente año definimos una serie de lecturas en torno al diálogo posible entre psicoanálisis y feminismos. A la luz de los acontecimientos recientes que han tenido presencia significativa no sólo en el marco del escenario nacional sino global, resulta pertinente volver sobre algunas contribuciones y precisiones conceptuales del psicoanálisis respecto a la sexualidad, lo femenino, el deseo, el goce, las lógicas de la sexuación. Aportes que han modelado en parte el pensamiento y activismo de las diferentes olas feministas a lo largo del tiempo y en el que el psicoanálisis no ha quedado indemne. Por el contrario, sus intercambios han generado importantes implicancias éticas y resonancias nutritivas para la práctica analítica. Algunos de los horizontes que abre este encuentro consiste en restituir el lugar de las paradojas para pensar la sexualidad y las posiciones subjetivas en torno a ello.

Respecto a este segundo tópico de nuestro argumento, partimos de la lectura freudiana Sobre de la sexualidad femenina (1931) ubicando cómo, para Freud, la vida sexual parte de la creencia universal del falo (todos lo tienen). Respecto de la mujer dirá que la característica principal es el particular vínculo que establece con la madre, vínculo pre-edípico y del cual deberá realizar un viraje de objeto de amor, viraje hacia el padre. Establecerá además cómo en la mujer el Edipo queda “incompleto”, no logra su salida y nombra: la represión de la sexualidad en modo general (anular la sexualidad) y la homosexualidad (retiene la masculinidad bajo la creencia de tener el falo). Para Freud, la salida del Edipo en la mujer estará determinada por la maternidad: tomando al padre como objeto de amor, la mujer esperará un subrogado fálico en el hijo.

Esto plantea un inconveniente al momento de pensar la sexualidad femenina en tanto que queda reducida a la maternidad, y esto no debe confundirse. Siguiendo a Eric Laurent en Posiciones femeninas del ser, podría plantearse que fue Lacan quien reformula la teoría acerca de la sexualidad femenina, a partir también de las críticas del feminismo en su época a las teorizaciones freudianas y su reducción de un asunto aún más complejo.

Fue a partir de la elaboración en el Seminario Aún, que Lacan hablará no ya de la sexualidad (concepto freudiano ligado a la vida pulsional) sino más bien la sexuación.

A diferencia del sexo que podemos pensarlo como el dato biológico, orgánico, o del género, entendido como una identidad efecto de construcciones sociales que establecen modos de ser y de comportarse (significantes amos a los que un sujeto se identifica), la sexuación según desarrollará Lacan planteará dos posiciones respecto de la manera de gozar que pueden tener los sujetos: del lado del tener (masculina), del lado del ser (femenina), ambas posiciones no se confunden con el género en tanto no se trata de la identidad sino de dos modos de gozar según cómo se ubique un sujeto en relación al campo fálico.

No hay nada pre-establecido que nos indique qué es lo que se tiene que hacer como hombre o como mujer, eso lo aprendemos por entero del Otro, en este punto hay coincidencia con las teorizaciones de género, pero entendemos que hay algo que va más allá del género y del sexo, que es el modo singular en que cada sujeto goza, esto es, más allá de las identificaciones. El goce femenino es un goce que no estaría limitado por el campo fálico, recortado, medible, cuantificado, significante. Goce que se siente en el cuerpo y para el cual no hay palabras, no hay representación posible en imágenes o palabras. Surge entonces la pregunta ¿es lo mismo goce femenino que lo femenino?

Siguiendo a Miquel Bassols en Lo femenino, entre centro y ausencia indicará lo femenino como un espacio topológico que no puede ser pensado desde la lógica fálica, dirá que está “fuera del mapa del falocentrismo” (pág. 20), de la lógica de la presencia – ausencia, del Uno y el Otro. Lo femenino entonces como un espacio, espacio “entre”, entre el centro simbolizado por el falo y la ausencia más radical que se produce en la soledad del goce femenino, en tanto que, lo que está en juego en lo femenino es una Otredad: “la mujer es Otra para sí misma como lo es para él” (Otro), punto en que el sujeto se ausenta para sí mismo. (pág. 22).

Cabe entonces investigar en el desarrollo de éste concepto, por un lado, qué vinculación es posible establecer entre lo femenino y la posición del analista, como así también, cómo interpretar las lógicas sociales a luz de dicho concepto, en tanto que, lo femenino es lo que se rechaza estructuralmente por carecer de representación posible. Entonces ¿Qué es lo femenino? ¿Qué vinculación posible entre lo femenino y los femenismos? ¿Qué aportes e intervenciones en el campo social son posibles a partir de dicho recorrido?

* Trabajo presentado en las IV Jornadas locales de Estado de trabajos de los Grupos de lectura e investigación del CID Santiago del Estero

** Integrantes: Sabrina Romera, Leandro Burgos, Antonio De Matos Figueiredo, Silvina Trejo, Mercedes Vargas (Coord.).

Asesor José Vidal (Miembro de la EOL y la AMP).

Bibliografía

Freud, S. “La Femeneidad”. 33° Conferencia (1932), Tomo XXII, Amorrortu, Buenos Aires.

Freud, S.  “Sobre la sexualidad femenina” (1931), Tomo XXI, Amorrortu, Buenos Aires.

Freud, S. “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos” (1921) y “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924), Tomo XIX, Amorrortu, Buenos Aires.

Freud, S. “Pegan a un niño” (1919), Tomo XVII, Amorrortu, Buenos Aires. 

Lacan, J. La angustia. Seminario 10, Paidós, Buenos Aires.

Lacan, J. Aún. Seminario 20, Paidós, Buenos Aires.

Miller, J. El banquete de los analistas. Cap. 1 y 2. Paidós, 2000

Miller, J.A. (Comp.). Feminismos. Variaciones. Controversias. Grama, España. 2018

Laurent, E. Posiciones femeninas del ser. Del masoquismo femenino al empuje de la mujer (cap I, III, IV y V), Editorial Tres Haches, 1999, Buenos Aires.

Bassols, M. Lo femenino, entre centro y ausencia, Grama. 2017

Bassols, M. “El psicoanálisis y lo femenino: Freud, misógino contrariado”, Entrevista. Disponible en: https://redpsicoanalitica.org/2016/04/07/el-psicoanalisis-y-lo-femenino-freud-misogino-contrariado/

Bassols, M. Psicoanálisis en intensión y en extensión: los tres puntos de fuga, Psicoanálisis lacaniano. Escritos de Psicoanálisis de orientación lacaniana, 19 de Septiembre de 2007, disponible en http://psicoanalisislacaniano.blogspot.com/2007/09/psicoanlisis-en-intensin-y-en-extensin.html?m=1

Barros, M. “Hay algo antipolítico en la sexualidad”, Entrevista. Disponible en: http://www.telam.com.ar/notas/201506/107301-hay-algo-antipolitico-en-la-sexualidad.html

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Grupo de investigación Lo masculino y femenino en Psicoanálisis.

Grupo de investigación Lo masculino y femenino en Psicoanálisis.

 

Se propone con este espacio realizar la lectura y comentario de textos referidos a lo masculino y femenino en psicoanálisis, como elecciones del sujeto que no están determinadas sólo por la diferencia anatómica, el cuerpo biológico, sino identificaciones sexuales que pertenecen al campo significante.

 

Nos guían algunas preguntas:

– ¿Cómo se presenta la clínica de la neurosis, particularmente histeria y obsesión, en relación con las posiciones sexuadas hombre – mujer?

– ¿Qué permite a un sujeto nombrarse como hombre o mujer?

– ¿Qué relación tiene la histeria y la obsesión con las posiciones mujer y hombre, respectivamente?

Algunas de las líneas de trabajo serán:

–  La histeria (deseo insatisfecho e identificación al hombre) y la obsesión (destrucción del Otro) cómo dificultad para la asunción de una posición subjetiva, ya sea masculina o femenina.

– La histeria y la obsesión como obstáculos para el lazo de amor entre el hombre y la mujer.

La dificultad de asumir una identificación sexual hombre – mujer en relación con la angustia del sujeto.

 

La cuestión hombre-mujer está atravesada por los siguientes temas: el falo (significante del deseo); el goce femenino (alteridad radical); la pregunta histérica: que es ser una mujer; la relación entre el hombre y la mujer: la dialéctica fálica; la mujer como objeto causa de deseo; entre otros.

 

Texto de orientación

-Freud S: La organización genital infantil (1923); Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos (1925); Sobre la sexualidad femenina (1931); La femineidad, en Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1932)

-Lacan J: Seminario 3 Las psicosis. Cap. VII: La pregunta histérica I y II, Ed. Paidós, 2006

– Otto Fenichel: La ecuación simbólica: muchacha=falo (en Colección DIVA Número 15 – Setiembre de 1999 Dirección: Silvia Elena Tendlarz)

-Schejtman, Fabián; Godoy, Claudio: La histeria en el último período de la enseñanza de J. Lacan (UBA. https://www.aacademica.org/)

-Tendlarz Silvia: Relaciones y diferencias entre la histeria y la feminidad (http://www.silviaelenatendlarz.com/)

-Álvarez Bayón Patricio: Falo simbólico y falo imaginario (www.psicoanalisislacaniano.com)

 

 

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Grupo de investigación Introducción a la clínica de las psicosis.

Grupo de investigación Introducción a la clínica de las psicosis.

 

Este curso introductorio tiene como función acercarnos a los instrumentos con los que cuenta el Psicoanálisis, para abordar los conceptos fundamentales en el campo de las psicosis.

Partiremos de la doctrina freudiana para llegar a las enseñanzas de Jacques Lacan, así los conceptos fundamentales de las psicosis y las neurosis, estarán en intersección, para desplegar sus diferencias y coincidencias.

Valoramos el diagnóstico diferencial, en la precisión de las estructuras: neurosis-psicosis, y  las dificultades, que pueden estar, en la clínica psicoanalítica cuando las psicosis no se han desencadenado.

Interrogaremos  la posición del analista y los recursos con los que cuenta, para transitar la interlocución entre el sujeto psicótico y el analista.

 Entendemos que, no es a partir de la comprensión, ni de la interpretación sino por la vía de la construcción, que se va poniendo en evidencia la posición del sujeto.

De este modo consideramos “la cuestión de las psicosis” (1) como un tiempo necesario en la formación del psicoanalista.

(1)-Jacques Lacan, Seminario 3, Las Psicosis.

Contacto: contrerasinesc@gmail.com

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La histeria: cuerpo, sexualidad y pregunta por la femineidad. -Francisco Ruiz-

La histeria: cuerpo, sexualidad y pregunta por la femineidad. -Francisco Ruiz-

 

Los tres puntos mencionados arriba son coordenadas que nos permiten abordar la cuestión de la histeria, tanto en Freud como en Lacan. Respectivamente se refieren a la conversión como mecanismo de producción del síntoma, a un afecto de contenido sexual que se rechaza y a la pregunta histérica ¿qué es ser una mujer?

Son cuestiones organizadas conceptualmente en un registro psicopatológico, clínico, como discurso y como modo de subjetividad (1)

El cuerpo en la histeria

Los casos de psicoterapia de la histeria de Freud muestran principalmente las formaciones sintomáticas alrededor del cuerpo, que no corresponden a una causa orgánica sino a un contenido psíquico. Sensaciones olfativas en el caso de Miss Lucy, que se constituyen como un símbolo mnémico. En Miss Lucy se destaca el conflicto amoroso. Qué era lo que justificaba la conversión, se pregunta Freud. “…en los casos de adquisición de la histeria es indispensable la existencia de una previa condición: la de que una representación sea expulsada voluntariamente de la conciencia (reprimida) y excluida de la elaboración asociativa”. La cuestión del cuerpo en la histeria queda muy bien expresada en el siguiente párrafo: “la magnitud de excitación que no puede entrar en asociación psíquica encuentra, con tanto mayor facilidad, el camino equivocado, que conduce a una inervación somática” (2)

La sexualidad

El caso Catalina, a diferencia del de Miss Lucy nos muestra claramente el elemento sexual, cuando la paciente es perseguida con fines sexuales. El síntoma se produce, no en un primer momento, sino en escenas que suceden en años posteriores. Freud desarrolla aquí su teoría del trauma, planteando que los efectos sobre la paciente “adquieren más tarde poder traumático” (3)

La pregunta histérica: qué es ser una mujer.

El caso paradigmático de Freud, Dora, extenso y por momentos complejo nos deja múltiples líneas de investigación: el amor al padre, el deseo insatisfecho, la identificación al hombre, pero nos centramos en la pregunta que organiza el síntoma y es qué puede ser deseable en una mujer. Es Dora la que se pregunta, sin hacerse esa pregunta explícitamente, pero sí en la fascinación por la vecina amante del padre. La histérica se pregunta sobre qué es ser una mujer por intermedio de la mirada masculina, de ahí la identificación al hombre, para saber qué desea un hombre en una mujer. Dice Lacan: “Toda la historia de Dora cabe en esta oscilación por la cual ella no sabe si solo se ama a sí misma, a su imagen magnificada en la señora K, o bien si desea a la Sra. K” (4)

*Texto que contiene alguno de los puntos desarrollados en Taller sobre la Histeria en el CID Santiago en el mes de Noviembre del 2022.

Citas

  1. Mazzuca, Roberto y otros: Las diferencias entre la histeria freudiana y la histeria lacaniana. (XV Jornadas de Investigación y Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad de Psicología – UBA) en aacademica.org
  2. Freud S: Miss Lucy R, en Estudios sobre la histeria (1893), Ob. Comp. tomo 1, ed. Biblioteca Nueva – El Ateneo, 2008, Pág. 95
  3. Idem: Catalina. Page. 107
  4. Lacan J: Freud y Dora, en Seminario 1 Los escritos técnicos de Freud, Ed. Paidós, 2021, Pág. 273

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Seminario Clínico Anual 2023: «COMIENZOS DE ANÁLISIS: DEL DISCURSO DEL AMO AL DISCURSO DEL ANALISTA.» Lecturas del Seminario XVII de J. Lacan.

Seminario Clínico Anual 2023: "COMIENZOS DE ANÁLISIS: DEL DISCURSO DEL AMO AL DISCURSO DEL ANALISTA." Lecturas del Seminario XVII de J. Lacan.

Es la propuesta para este año abordar la lectura del Seminario 17 de Jacques Lacan, El reverso del psicoanálisis (1969-70), orientándonos por la práctica del discurso psicoanalítico hoy y el lazo que éste produce.

Freud ubicó tres profesiones imposibles para la humanidad: gobernar, psicoanalizar, educar. A estas profesiones Lacan las formalizará bajo la forma de un discurso sin palabras, y agrega también el discurso de la histeria, en tanto lee como síntoma de la época, la ley puesta en cuestión (1).

Cuatro discursos, cuatro lugares, cuatro producciones distintas. Esto es lo que Lacan ubica como estructura, siendo lo característico de la estructura, un elemento de imposibilidad (2). Punto de partida, sino su condición, para la práctica misma del psicoanálisis. Aquí el goce muestra el punto de inserción del aparato, del lenguaje. Es por ello que, señala Lacan en este seminario, no hay discurso que no sea del goce. Punto crucial para leer El Reverso del Psicoanálisis, cuando se plantea la cuestión del lugar que tiene el psicoanálisis en lo político.

Al respecto, el goce es ubicado como una irrupción, un sobrante, una caída. Así, tomará las elaboraciones de Marx respecto de la plusvalía donde ubicará aquello que el discurso del amo produce: plus de gozar, goce que se capta en su dimensión de pérdida. Es esta pérdida la que inaugura el efecto de entropía que produce el plus de gozar, el goce a repetir.

Hasta este momento de la enseñanza de Lacan la pérdida de goce se producía a partir de  la castración operada por el padre. En este seminario va a ubicar que esa extracción proviene del propio significante en la operación por la que causa a un sujeto. “Llamamos sujeto a lo que es vehiculizado por un significante para Otro significante” (3) Significante que no sólo vehiculiza al sujeto tachado, sino también al goce como objeto perdido. “al mismo tiempo que el goce está prohibido puede ser dicho entre líneas”(4). En la deriva metonímica del goce mortificante, los discursos operan ofreciendo a este goce un rodeo por las vías del principio del placer,  posibilitando el funcionamiento del mundo.

Lacan en este seminario XVII ubica como  lo más  esencial en los discursos al objeto a, en tanto que irrepresentable, determina la función de la repetición del síntoma.  Repetición  que se escribe a partir de la  función del rasgo unario     “…precisamente porque ninguna representación identificatoria  es completa, esta representación tiende a repetirse.” (5).  El discurso analítico, al poner el objeto a en el lugar de la producción, tomará  un lugar privilegiado respecto de la posición que asume para el discurso del Amo. Mientras que éste último espera que las cosas marchen, el analista va a operar con lo que no anda, con lo que se pone en cruz en la vida de un sujeto que consulta para arribar a algún saber sobre el goce en juego en eso que se repite.  Primer momento al que le suceden las entrevistas preliminares en las que un sujeto comienza a decir sobre su malestar, su angustia. Tiempo de la puesta en forma del síntoma y de la escucha de aquellos significantes amos ligados a la cadena que los fijan al sentido. Interrogarse sobre su padecimiento y la satisfacción paradójica allí implicada conlleva, en los comienzos de un análisis, a suponer una respuesta en el campo del Otro, en el del analista.  Lugar de saber que el analista, en cambio, otorga al inconsciente siendo la transferencia el artificio, la estrategia, que posibilita aquel pasaje del Sujeto Supuesto Saber al estatuto que tomará el inconsciente y el síntoma en el trabajo analítico para un sujeto. Dos preguntas orientan al practicante de un análisis desde el inicio;  ¿qué sentido entraña el síntoma? ¿qué  goce en juego se implica allí?

Es a partir del concepto de plus de gozar que Lacan construye el de letosas “los pequeños a minúsculas que se encontrarán al salir, ahí sobre el asfalto de cada rincón de la calle, tras los cristales de cada escaparate, esa profusión de objetos hechos para causar su deseo, en la medida en que ahora es la ciencia quien lo gobierna” (6)  Estos objetos se multiplican, son masificantes, objetos universalizables como ejemplo las mass-media, radio, tv…etc. Podríamos ubicar aquí que por el dominio de la Ciencia las letosas son ubicadas en el lugar de la causa del deseo, no sin precisar que la Ciencia no quiere saber nada sobre la verdad como causa de deseo intentando suturar la división del sujeto, la pérdida, forcluyéndolo. Así podríamos ubicar que el Discurso capitalista intenta la recuperación de un goce para todos, goce globalizado, por medio de las letosas. Época del empuje  a la felicidad a través  del consumo de objetos, en la que la producción apunta a un mas, mas, mas… negando la imposibilidad y dejando a los sujetos en impotencia, el Discurso psicoanalítico se propone como envés, intentando transformar la demanda de felicidad de un sujeto a un deseo de saber sobre la causa de su deseo. Con relación a esto Lacan en Televisión propone al psicoanálisis como salida del Discurso capitalista. ¿De qué manera el psicoanálisis lee y aporta al malestar de la época? ¿De qué modo su práctica invita a escuchar aquello que los otros discursos vociferan y acallan al mismo tiempo? ¿Que orientación podremos extraer sobre la posición del analista frente a esto?

¿Cuál es el reverso del psicoanálisis hoy? ¿Qué lazo para el analista, con otros discursos, en su práctica y con el psicoanálisis?

 

Citas

(1) Lacan, J. (1969-70) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 46.

(2) Lacan, J. (1969-70) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 48

(3) Miller, J.-A ,(1998-1999) La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica,  Paidós, Buenos Aires, 2003. pag 247.

(4) Ibíd, pag. 251

(5) Ibíd , pag. 247.

(6) Lacan, J. (1969-1970) El seminario de Jaques Lacan: Libro 17: El reverso del Psicoanálisis. Ed. Paidós, (2009), Pág. 174.

 

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