La actualidad en cuestión: Responde José Vidal.

¿Cuál es su opinión sobre las cada vez más frecuentes rebeliones sociales, sobre todo por parte de comunidades afro descendientes, muchos de ellos nacidos en EEUU? Rebeliones, sobre todo, contra el racismo y la violencia policial.
El asesinato de George Floyd es el que más recordamos ahora, por ser el último y con características quizás de espectáculo siniestro y perverso.
¿Tendrá algo que ver esto con lo que Lacan dice en uno de sus seminarios en referencia a la teoría evolucionista de Darwin, en torno a que dicha teoría sólo podría haber nacido en una Nación cuya industria es el racismo? *


Debemos, en tanto analistas, no comprender demasiado rápido lo que se nos propone desde el disco- urso- corriente, esa discursividad de sentido común con la que nos machacan los medios y las redes.
La tensión social es un hecho inevitable. Es lo que aprendimos con Freud en el Malestar en la cultura: se pide sacrificios a los individuos por el bien común y eso deja un resto inasimilable por el orden imperante, un superyó insaciable. El agravante de estos tiempos es que el discurso capitalista se nos presenta desbocado, provocando la proletarización de los sujetos, es decir, despojándolos de aquello significantes con los que podrían representarse en lo social. A cambio, ofrece la producción de subjetividades, neo identidades que son funcionales al mercado que los sujetos toman sin notar que son ellos los objetos.
En este sentido, creo que la expresión afrodescendientes, en lugar de negro, no dice nada de los sujetos así denominados. ¿Quién no sería afrodescendiente en un sentido genético? Pero ese decir apunta a la victimización de un sector de la sociedad. Esa victimización es la manera de construir una subjetividad en el orden capitalista, sea como negro, como mujer, como gay, como discapacitado, como excombatiente o lo que sea, pero siempre objeto de goce de otro, sin sujeto. Lo ocurrido con George Floyd tendría un tratamiento mucho más digno si se considerara el hecho como un atropello a un ciudadano norteamericano y no una obscena mostración del hecho que propone que eso le pasó por ser negro. Y víctima desde antes de que ocurriera. No voy a desconocer el problema del racismo en Norteamérica, pero pienso que eso es algo ineliminable allá y en todos lados. La victimización sí puede ser modificada. Justamente, el discurso analítico se opone a toda victimización porque busca, siempre y en todos los casos, la responsabilidad singular de cada sujeto con su forma de gozar. Luego de eso, con eso, el sujeto puede contar con algo para hacer lazo social y resistir a la voracidad capitalista.
Algo bueno en el caso de George Floyd es que nos llega como un nombre propio, irrepetible, único, con el cual sí se puede llevar adelante un movimiento político. La nominación permite el acto.

*AP Miembro  de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP)

 

*Pregunta formulada por el grupo de lectura “Las Neurosis” del CID Santiago del Estero

Ciudalitica | 2018

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