Los restos sinthomaticos y el deseo del analista*. María de los Ángeles Amestegui**

En el escrito “La Dirección de la cura y los principios de su poder” Lacan nos invita a interrogarnos sobre el ser del analista en cuanto a su propio deseo.

Señala que el deseo se produce en el más allá de la demanda, poda de ella la necesidad, pero también se ahueca en su más acá pues demanda de presencia y ausencia evoca la carencia de ser del sujeto. Pone de ejemplo a Freud diciendo que él siguió su deseo contra su voluntad y así pudo develar el significante impar: el falo. Nos da además una indicación precisa, la cuestión es aceptar tenerlo o no a partir de descubrir que no se lo es vía el corte de la castración. La libra de carne que a raíz del corte se vuelve imposible de restituir, he ahí un resto… ¿con el cual trabajar en análisis?

Plantea que la dirección del análisis sigue el hilo del deseo pues él la mantiene. Otra indicación acerca del deseo es su incompatibilidad respecto a la palabra, siempre está más allá, cada vez que se lo quiere cercar con palabras ya no está ahí. El sujeto redobla la spaltung sufrida por ser hablante, deseo y palabra quedan así escindidos.

Miller en el texto “La Cura analítica” señala que al utilizar Lacan la palabra invisible en la Dirección de la Cura apunta al más allá del lenguaje y está dando lugar al objeto a, aun no teorizado a la altura de este escrito, que designara lo invisible del deseo, un invisible que vehiculiza la palabra y que solamente se puede aislar con la palabra.

En “El Seminario X La angustia” Lacan formaliza el objeto a como resto de la dialéctica entre el sujeto y el Otro y lo vincula a la función del corte, es lo que sostiene y anima el deseo.

Miller en 2012 expresa que el deseo del analista no es un deseo puro, no es pura metonimia infinita, se nos aparece como un deseo de llegar a lo real, de reducir al otro a su real y liberarlo del sentido.

Laurent en “El pase y los restos sintomáticos” nos aporta que el deseo del psicoanalista supone una caída de las identificaciones fálicas, la caída y el reemplazo por otra ligada al discurso analítico. Tal es la metáfora del pasaje del discurso del inconsciente al discurso analítico, tal metáfora no se realiza sin restos. Resto es lo que queda, lo irreductible, lo ineliminable aporta Ana Simonetti. Una cura psicoanalítica no se hace sin restos. Los  restos sintomáticos son restos reducidos a su real despojado de sentido que permiten un uso más sutil, más aliviado, más dispuesto a la dimensión contingente.

¿Por qué tenemos que hacer con los restos sintomáticos? Porque están asociados al goce, como nos señala Gregoret en Resto sintomático y deseo del analista, el goce  es imposible de negativizar, tiene que ver con lo vivo del cuerpo. Hablando del pase dice el programa de goce obtenido a la salida de la experiencia del analista permite estar advertidos, hacer un uso en su práctica.

Causar la división subjetiva del sujeto con la caída del resto, vía el corte, será entonces a la altura de este escrito lo que nos marca Lacan para el deseo del analista.

*Trabajo para el Cartel La Dirección de la Cura. 2019

**Integrante del CID Santiago del Estero

Bibliografía:

La Dirección de la cura y los principios de su poder. Escritos 1  Jacques Lacan 1958 editorial siglo XXI

La Cura analítica  J. A. Miller 1992-1993

Seminario X la angustia Lacan 1962-1963 Paidós

Presentación del tema del IX Congreso de la AMP “Lo real en el Siglo XXI”, J. A. Miller 2012

El pase y los restos sintomáticos Eric Laurent lacaniana nº11 grama ediciones 2011

Desmontaje de la defensa Ana Simonetti. Enigmas del cuerpo Nº 5. 2014

Un resto que se hace vivo, Resto sintomático y deseo del analista Beatriz Gregoret. Enigmas del cuerpo Nº 5. 2014

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