Estrechos vínculos unen a la literatura con el psicoanálisis. Desde el recurso literario en Freud para el desarrollo de su cuerpo teórico hasta las conceptualizaciones desarrolladas por Lacan, (tales como el parlètre, la estética, la letra, la escritura y la lalengua, entre otros) dan cuenta que, la literatura es un arte vinculado a la elaboración y transmisión del psicoanálisis.
Por lo tanto, escuchar lo que el artista tiene para decir al psicoanálisis (que, como decía Lacan, «nos lleva la delantera») provoca en cada quien interrogantes y resonancias en dirección a la formación del analista y la política de la cura. A continuación, compartimos una breve reseña de la ensayista, periodista y crítica cultural, María Moreno, invitando a disfrutar de su lectura.
María Moreno con su escritura desafía. Su estilo, dificulta catalogarla estrictamente dentro de un género ¿Acaso novela, narrativa, periodismo, autobiografía, critica cultural, ensayos, textos psicoanalíticos, filosóficos, políticos, feministas? Es más bien en el entre de estos discursos que se ubica su escritura.
Sus libros publicados (entre los cuales podemos mencionar El petiso orejudo, El affair Skeffington, Black Out, Oración, Panfletos) no se dejan encasillar en un género específico. Su pluma transita eso sí, entre poética y verdad, bajo la forma paradójica de la no ficción.
Vinculada a los movimientos sociales y a la militancia de los años setenta, María deliberadamente se mantiene fuera de la política revolucionaria activa al tiempo que se acomoda en el diván. Esto no será sin consecuencias para propios y ajenos, ya que le valió ese lugar inclasificable, incómodo que habita desde su estética. En esta línea, la autora expresa:
“…el psicoanálisis lo impregnó todo: lo abordé con una vehemencia de afiliada, menos como una estudiosa que como una grupie adelantada que (…) Era evidente que me atraía más la teoría del Complejo de Edipo en las niñas que la de la plusvalía, pero, mientras escuchaba los atractivos silogismos de unos lacanianos en situación, me preguntaba en silencio ¿y la historia? Como en el otro lado, el de los militantes comprometidos, me había preguntado ¿y las mujeres?, ¿y el deseo? Desde los bordes en uno y otro espacio, yo tenía una objeción – no la misma- que me hacía faltar en cada uno algo del otro” Oración, p. 146.
Perejila para militantes revolucionarios, analista de los goces para las mujeres de la lucha armada, en María Moreno la libertad de la lengua es el rasgo que persigue animada por un deseo vinculado a la lectura y la escritura, y que se traza al pulso de una letra que resta. Desde allí, testimonia sobre aquella división estructural entre la vida animal, orgánica y la del hablante, viviente: aquella socavada por el trasfondo de su propia imposibilidad. En este cortocircuito del lenguaje se aloja su posición ética y estética, teniendo al arte, en sus palabras, como “coartada primera”.
Ciudalitica | 2018
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